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Los programas de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) contribuyen a reducir el hambre y la desnutrición de la población en situación de pobreza y vulnerabilidad, a través de la focalización de sus diferentes programas sociales, que llegan a las comunidades más remotas del país.
Desde el inicio de la administración hemos privilegiado a los seres humanos, con un enfoque focalizado y de corresponsabilidad, trabajamos para llevar el desarrollo a las comunidades más pobres, con el propósito único de romper el circulo intergeneracional de la pobreza, afirmó el titular de la dependencia, Heriberto Félix Guerra.
A través de los programas de Desarrollo Humano Oportunidades y el de Apoyo Alimentario (PAL), la Sedesol beneficia actualmente a 6.5 millones de familias, que han aumentado sustancialmente su gasto en alimentos.
Cabe mencionar que gracias a Oportunidades disminuyó de 32.1 a 13.8 por ciento la baja talla, y de 39 a 11.5 por ciento la anemia, en niñas y niños beneficiarios del programa en zonas urbanas. También, se redujo de 29.6 a 16 por ciento la prevalencia de anemia en mujeres beneficiarias.
Oportunidades tiene como ejercicio de corresponsabilidad que las madres de familia envíen a la escuela a sus hijos, les suministren suplementos alimenticios y los lleven periódicamente a consultas médicas.
Por otra parte, para cuidar la economía de las familias más vulnerables, a través del Programa de Abasto Rural Diconsa se abastece a más de 23 mil comunidades de alta marginación con productos de la canasta básica y descuentos de hasta el 20 por ciento.
Diconsa tiene 25 mil 468 tiendas y 167 unidades móviles para llegar a las comunidades más apartadas del país, en algunas de las cuales representan la única opción de abasto, con productos como maíz, frijol, arroz, azúcar, aceite, atún, sardinas, papel higiénico, jabones y detergentes, harina de maíz Mi masa, pasta Mi sopa y chocolate en polvo, entre otros insumos.
Tan sólo en el primer semestre de 2012 se comercializaron 67 mil 83 toneladas de harina de maíz, de las cuales 39 mil 888 correspondieron a la marca propia Mi Masa.
Otro pilar fundamental en el abasto es el Programa de Abasto Social de Leche Liconsa, que llega a 5.8 millones de beneficiarios con leche fortificada con hierro, zinc, ácido fólico, y vitaminas A, B2, B12 y D.
La leche subsidiada Liconsa se vende a los beneficiarios a 4.50 pesos el litro, en 10 mil puntos de venta, con un ahorro diario para el consumidor de 7.50 pesos con relación a las diferentes marcas del mercado.
En el primer semestre se distribuyeron 494 millones de leche fortificada, un promedio de 82.3 millones de litros mensuales, con lo que se alcanzó una cobertura de 77 por ciento de los municipio del país.