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TOKIO / HAMBURGO, 25 de octubre.- Los niveles de cesio radiactivo en la mayoría de los tipos de peces extraídos frente a las costas de Fukushima no han declinado en el año posterior al peor desastre nuclear en Japón. Se considera que es una señal de que el lecho marino debe estar contaminado o que la filtración de los reactores dañados debe seguir contaminando las aguas, y amenazará posiblemente la pesca durante décadas, advirtió un investigador.
Pescados en un mercado de Tokio (en abril de 2011): a año y medio del desastre de Fukushima, la contaminación radiactiva de los peces de la región no ha disminuido, según un nuevo análisis. (Fotos dpa)
Aunque la gran mayoría de los peces examinados frente a la costa nordeste de Japón sigue por debajo de los límites —recientemente ajustados— de cesio 134, cesio 137 y yodo 131 en los alimentos, los datos del gobierno japonés indican que el 40% de los peces que habitan en profundidades como el bacalao, el lenguado y el mero están por encima del límite, escribió Ken Buesseler, un químico marino en el Instituto Oceanográfico Woods Hole de Massachusetts, en un artículo publicado el jueves en la revista Science.
Al analizar los datos recolectados por el ministerio de agricultura, pesquería y forestal, halló que los niveles de contaminación en casi todas las clases de peces no están declinando un año después del desastre del 11 de marzo del 2011. Un maremoto y una ola gigante inhabilitaron el sistema de enfriamiento de la planta Dai-ichi, de Fukushima, y el uranio se fundió en tres reactores y filtró radiación en el ambiente y en el océano.
De compras, con contador Geiger, en la ciudad de Ichinomiya. (foto de abril 2011)
"Las cifras (de radiactividad) no bajan. Los océanos suelen hacer que las concentraciones disminuyan si se cierra el grifo", dijo Buesseler a la Associated Press en una entrevista. "Deben estar recibiendo el cesio de algún modo".
"La primera opción es que el lecho marino sea la fuente de la contaminación continua. La otra fuente podrían ser los mismos reactores", afirmó.
La seguridad de los peces y otros alimentos en torno de Fukushima sigue siendo una preocupación para los japoneses, que están entre los pueblos del mundo que más mariscos consumen.
La mayoría de los peces y los mariscos frente a las costas de Fukushima están prohibidos tanto para el mercado nacional como para exportación.
En comparación con otras prefecturas japonesas, los peces de Fukushima sigue con niveles de radiación por encima de la media. Aproximadamente 40% de los peces examinados están por encima del límite de 100 becquerel por kilogramo. La foto, de julio de 2011.