NUEVA YORK, 26 de octubre.- Los llantos de Marina Krim y sus lamentos espeluznantes alertaron a los vecinos de un lujoso edificio de apartamentos del Upper West Side, en Manhattan, situado a escasa distancia del emblemático parque neoyorquino Central Park. Las llamadas al 911, el teléfono de emergencias, se sucedieron. Cuando los agentes llegaron, se encontraron con el horror.

Dos niños de tan sólo 2 y 6 años apuñalados hasta la muerte en la bañera; una niñera, presunta autora de los crímenes, en estado crítico después de haberse intentado suicidar; y una madre absolutamente destrozada. Los vecinos oyeron gritar a Marina: "¡Les has cortado el cuello!"

Lucía y Leo, asesinados por su niñera.

La tragedia sobrevino el jueves hacia las 17:30, cuando Marina volvió a casa después de dejar a su hija Nessie, de 3 años, en su clase de natación. En casa había dejado a Lucia, a la que llamaban Lulu, de 6 años, y a Leo, al que llamaban Lito, el pequeño de la casa, de 2, al cuidado de su niñera, Yoselyn Ortega, de 50 años y origen dominicano. Cuando Marina entró en la vivienda, vio que estaba todo oscuro, y se extraño. Comenzó a llamar a sus niños y a la cuidadora, pero no hubo respuesta.

La niñera fue encontrada en la vivienda con heridas que se había provocado a sí misma.

Entonces, bajó a hablar con el portero, por si los había visto salir, pero no, no habían salido, de modo que regresó al apartamento. Al registrarlo más exhaustivamente, se encontró con el horror: sus dos niños estaban heridos de muerte en la bañera, apuñalados. Yoselyn estaba tendida en el suelo, inconsciente. Se había intentado suicidar. No ha trascendido el tipo de heridas que presentaban los pequeños, ni cuántas.

El padre de familia, Kevin, un alto directivo de la cadena CNBC, regresaba a casa esa misma noche de viaje; agentes de la Policía acudieron al aeropuerto de la ciudad a buscarle y le llevaron hasta el hospital donde permanecía su mujer a la espera de noticias de sus hijos. Nada se pudo hacer por ellos, que fallecieron poco después.

Cuando la madre llegó al apartamento de dejar a su hija de tres años en una clase de natación, se encontró a sus otros dos hijos brutalmente apuñalados en el baño.

Una relación de familia con la niñera

Nadie en el edificio da crédito a lo sucedido. Ni se explican qué pudo pasarle a Yoselin, una mujer perfectamente integrada en la familia, tanto que los Krim habían pasado las vacaciones de verano en República Dominica, con la familia de la niñera. De hecho, Marina, que tenía un blog en el que contaba el día a día de sus niños, escribió: "Conocimos a la encantadora familia de Josie. Hemos pasado nueve días en República Dominicana, la mitad de ellos con nuestra nanny en la casa de su hermana, en Santiago".

La Policía trata de averiguar qué le pudo pasar por la mente a Joselyn para cometer una acción semejante. No ha trascendido si dejó una nota, y tampoco el tiempo que llevaba con la familia. Los vecinos han señalado que se mudaron a Nueva York desde California hace pocos años. Joselyn vive en Harlem. Una de sus vecinas, Marcelina Lovera, ha señalado al New York Times que "todavía estoy en shock. Parecía una persona normal, nunca me hubiera esperado algo así de ella".

Marina nunca más podrá compartir con sus hijos, sobre todo con Leo, los momentos que le encantaba relatar en su blog: "Uno de los mejores momentos del día es cuando dejo a las niñas en el colegio y tengo tres preciosas horas con el pequeño Lito sólo para mí". De hecho, su última entrada en el blog fue apenas tres horas antes del crimen: "Leo habla de la forma más adorable posible". (es.soft.net)