956 palabras
Domingo 28 de octubre.- En la remota isla de Baffin, en el Océano Ártico de Canadá, la arqueóloga Patricia Sutherland, del Museo de Civilizaciones del país, se encuentra investigando lo que sería un segundo asentamiento vikingo en el continente americano, descubierto hasta la fecha.
La especialista destacó en una conferencia de prensa a principios de mes que durante los últimos 50 años revisaron la costa este de América del Norte en busca de rastros de los vikingos, sin éxito hasta llegar a la isla Baffin, donde encontraron herramientas características de estos navegantes noruegos, informa National Geographic.
A la izquierda, muñeco que representa a un cazador. Los habitantes de Baffin vivían en grupos pequeños; desconocían el arco y la flecha, por lo cual difícilmente podían enfrentarse a los vikingos. A la derecha, una máscara de madera esculpida por naturales de la costa este canadiense. Las nuevas conclusiones indican que los indígenas mantuvieron contacto pacífico con los vikingos.
Se trata de unas piedras afiladas y herramientas con aleaciones de cobre y bronce, típicas de sus orfebres, y desconocidos en los habitantes nativos del Ártico.
“Si bien había evidencia convincente antes, ahora me resulta más convincente”, declaró el Dr. James Tuck, profesor de arqueología de la Memorial University en Newfoundland, que junto a la Universidad de Aberdeen realiza estudios.
El nuevo descubrimiento se suma a otro sitio en Canadá, en el extremo de la Gran Península del Norte de la Isla Terranova (Newfoundland), donde existe un parque que alberga los primeros vestigios encontrados de un asentamiento de los vikingos, y que data del siglo XI.
Fue reconocido como tal en 1960 y excavado posteriormente. Si bien en el lugar también hay rastros humanos de cinco mil años atrás, el pueblo más característico y definido de esta región son los Eskirms, quienes habitan la región desde los años 400 a 700 aproximadamente.
Para los historiadores la ocupación de los vikingos hasta ahora documentada en Terranova consiste en ocho casas y cuatro talleres, que revelan con detalle el estilo de vida que tenían. En el lugar se encontraron más de 100 implementos que usaban en la vida diaria, informa la UNESCO.
Algo está mal con estas cuerdas. Explica la arqueóloga Patricia Sutherland que no pueden haber sido hechas por los aborígenes de Baffin, sino por vikingos, quienes dejaron sogas parecidas en una granja de Groenlandia.
Los edificios son análogos a los descubiertos en Groenlandia, destaca National Geographic, y sus construcciones son las que tenían en Noruega, descritas por la UNESCO, con una cubierta con césped, techos particularmente puntiagudos, tabiques de turba, y distribución de habitaciones con chimeneas y aberturas característicos.
Esta costa azotada por el viento ofrece a los visitantes que quieren remontarse al pasado un sendero donde alguna vez caminaron estos viajeros nórdicos, de los cuales hay muchos mitos e historias.
Según una investigación de la Universidad de Aberdeen, la literatura medieval describe a los Vikingos como grandes guerreros, que en los últimos años de la sociedad enfrentaron un creciente problema de violencia.
El pueblo vikingo es originario de Noruega y Suecia, y más tarde formó parte de los germánicos. Fueron famosos por sus invasiones en toda Europa y por sus saqueos a los monasterios. Mantuvieron aterrorizada a la población de inicios de la Edad Media.
Sobre este tema, el informe de Aberdeen señala que existía incluso preocupación en su propio territorio de origen, en Escandinavia, por el tema de la violencia, donde “los vikingos tenían un sistema legal sofisticado”. Ellos temían el comportamiento de aquellos que regresaban tras invadir y saquear otras tierras.
En el valle de Tanfield, siempre en Baffin, Patricia Sutherland (de chaqueta naranja) y sus colegas analizan un asentamiento que, afirman, es un puesto de avanzada vikingo. (Fotos de David Coventry para National Geographic)
A su vez que en el exterior, fuera del control del propio gobierno, los guerreros vikingos “no tenían un Estado que los hiciera cumplir” las leyes, destaca la Universidad.
En el texto 'The way Viking', del profesor Neil Price, de dicha Universidad, se describe que estos violentos invasores practicaban ritos mágicos antes de sus batallas, al punto que la magia y sus implicaciones era un aspecto importante de su sociedad.
Según Price, además de que los vikingos tenían diferentes creencias espirituales, está descrita la agresividad de este pueblo en los textos medievales por parte de algunos agricultores. Ellos encontraron además la evidencia de estos relatos al descubrir “elementos de agresión”, además de rituales, en algunas tumbas de mujeres vikingas.
En 1066, la caída del Rey Harald, apodado el Despiadado, en la batalla del Puente Stamford, señalaría el fin de su período en la historia. (Heather Pringle / NatGeo)