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WASHINGTON D.C., 29 de octubre.- Una silenciosa Nueva York espera al huracán 'Sandy'. El metro, los autobuses y los trenes están parados. Los Starbucks no abren en todo el día. Naciones Unidas, las universidades y los colegios están cerrados. El parqué de Wall Street está vacío y la Bolsa ha suspendido todas las cotizaciones. Broadway ha bajado el telón de todos sus shows, incluido 'Annie'. Ya se han cancelado más de 7000 vuelos. Y más de 375,000 personas han recibido la orden de dejar sus casas cerca del río y del océano por toda la ciudad.
El huracán ha intensificado su fuerza con vientos de más de 130 kilómetros por hora y lo peor aún está por llegar, cuando toque tierra en Nueva Jersey y pase por encima de Nueva York esta noche. Los meteorólogos predicen que el huracán llegará a la ciudad con vientos por encima de los 160 kilómetros por hora, es decir, con una categoría 2 en una escala en la que 5 es el máximo (el 'Katrina', el más devastador en la historia de Estados Unidos, tocó tierra con categoría 3 fuerte). Los expertos aseguran que lo esencial es la trayectoria del huracán, cuyos efectos se pueden notar a más de 800 kilómetros de distancia de su centro.
Obama en la Casa Blanca: 'Ahora mismo nuestra prioridad número uno es salvar vidas'. (AP)
"Obviamente todo el mundo sabe ahora que ésta va a ser una tormenta grande y poderosa", ha dicho el presidente Barack Obama, que ha suspendido la campaña electoral para quedarse en la Casa Blanca a vigilar la tormenta. Su obsesión es advertir del peligro y de las dificultades por cortes de luz e inundaciones que sufrirán los ciudadanos (y votantes) en los próximos días. "Por la naturaleza de la tormenta, va a ser un proceso lento y millones de personas se verán afectadas", ha asegurado Obama, que ha insistido en que quiere "que la gente sepa" lo complicado que será para las compañías eléctricas, los bomberos y la policía quitar árboles y arreglar cables. "Va a costar mucho, incluso después de que pase la tormenta", ha subrayado el presidente, que ha pedido a todos los ciudadanos que no retrasen las evacuaciones y "escuchen las instrucciones" de las autoridades locales.
Tras su declaración a la prensa este lunes, un reportero ha preguntado a Obama si está inquieto por el impacto de 'Sandy' en los comicios presidenciales del 6 de noviembre. "No estoy preocupado por el impacto en las elecciones, sino por el impacto en las familias, los equipos de rescate, nuestra economía y el transporte... Las elecciones sabrán cuidar de sí mismas. Ahora mismo nuestra prioridad número uno es salvar vidas", ha afirmado Obama, que ha aparecido ante las cámaras con cara cansada después de un tour de campaña de costa a costa.
Nueva York sufre así su segundo huracán en poco más de un año después de 'Irene', que azotó la zona en agosto de 2011. La ciudad está entre las zonas de la Costa Este más afectadas por 'Sandy'. También están en estado de alerta Connecticut, Massachusetts, Rhode Island, Pensilvania, Delaware, Virginia, Maryland, Carolina del Norte y la ciudad de Washington. Unos 50 millones de personas viven en la región afectada.
En Washington, el metro también ha cerrado este lunes igual que el Fondo Monetario Internacional, la delegación de la UE y todas las oficinas públicas. En Atlantic City se han clausurado todos los casinos y se ha ordenado la evacuación de casi 30,000 personas. La ciudad ya ha sufrido daños por inundaciones masivas. "La mayoría de la ciudad está bajo el agua", aseguró este lunes el director de Seguridad de la ciudad, William Glass.
El principal peligro ahora son las inundaciones. No se trata de lluvia, sino de agua de las mareas altas arrastrada por los poderosos vientos. Por eso el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, ordenó el domingo la evacuación de la llamada 'Zona A', concentrada en las costas del archipiélago que es la ciudad. Bloomberg ha asegurado este lunes que la tormenta será "masiva" y el mayor peligro de inundaciones se producirá sobre las 8 de la tarde hora local (la una de la madrugada hora peninsular). "Va a ser cada vez peor y peor", ha dicho Bloomberg. "Esta tormenta puede matarte", ha comentado para asustar a los temerarios que se quieran "hacer los machos" y acercarse al agua.
Aunque se espera que las condiciones meteorológicas mejoren este martes, la ciudad seguirá paralizada probablemente hasta el miércoles. El martes los colegios seguirán cerrados y Bloomberg ha advertido que el transporte público tampoco funcionará con normalidad. Aun así, el alcalde ha pedido a todos los funcionarios que acudan al trabajo. "Saben que estamos aquí para servir al público", ha declarado. Todas las oficinas del Gobierno federal en Washington están, en cambio, cerradas.
Se calcula que en toda la región más de 10 millones de personas no pueden ir al trabajo este lunes en transporte público. Más de dos millones de estudiantes no tienen colegio ni universidad.
Según los cálculos de la empresa especializada Eqecat, recogidos por la agencia Afp, el huracán podría costar entre 10.000 y 20.000 millones de dólares en daños y ocasionar entre 5000 y 10.000 millones de pérdidas para las aseguradoras.
El huracán a su paso por el Caribe ha dejado 64 muertos, la mayoría en Haití, donde se han registrado 51 fallecimientos. Cuba ha sido el segundo país de la región con más víctimas mortales, donde se han contabilizado 11 fallecidos, la mayor parte en Santiago de Cuba, donde los destrozos del huracán han sido mayores.
Si Barack Obama repite como presidente, habrá continuidad en la política, pero con caras nuevas en los principales departamentos, aunque quizás no desde el primer día, pues Hillary Clinton amaga con demorar su partida y Leon Panetta puede ser convencido de quedarse un poco más en Defensa.
En el caso de una Administración republicana, las quinielas hablan de dos puntales, Portman y Zoellick, lo que preconiza recetas moderadas.
Hillary Clinton sorprendió la semana pasada al abrir la puerta a permanecer algo más al frente del Departamento de Estado, después de que la nueva presidencia comience el 20 de enero. Si la prórroga es únicamente hasta que la persona sustituta obtenga el aval del Congreso, no es propiamente una contradicción respecto a su viejo anuncio de que no pensaba continuar en un segundo mandado, pero abre la posibilidad de que la transición pueda en realidad ser más larga.
El cambio de actitud puede indicar que la controversia sobre el ataque a Bengasi ha trastocado los planes de Obama. Susan Rice, la embajadora ante la ONU, había emergido como el más posible recambio de Clinton, y probablemente en esa calidad fue enviada a todas las televisiones días después del ataque para explicar la versión de la Administración. El que a la luz de información conocida después aquellas declaraciones de Rice se hayan visto como una posible manipulación de la Casa Blanca ha perjudicado su candidatura.
Para el Departamento de Estado se ha mencionado siempre también a John Kerry, presidente de la comisión de exteriores del Senado y excandidato a la presidencia. Otro nombre es el de Thomas Donilon, consejero nacional de seguidad.
También deberá haber rápido recambio para el secretario del Tesoro, Tim Geithner, quien ya intentó marcharse hace un año. El favorito para ocupar el puesto es Jacob Lew, jefe de gabinete de la Casa Blanca, aunque la lista de posibles sustitutos incluye igualmente a Erskine Bowles, copresidente de la comisión para la reducciónd el déficit; Roger Altman, anterior vicesecretario del Tesoro, y Richard Levin, presidente de Yale.
Otras dos esperadas salidas de la Administración Obama son el titular de Defensa, Leon Panetta, y el fiscal general, Eric Holder, aunque su marcha puede demorarse. A Panetta, anterior jefe de la CIA, le podría sutituir Michèle Flournoy, quien se convertiría en la primera mujer en la historia de EE.UU. en dirigir a los militares. En la recámara para el Pentágono están igualmente Kerry y Donilon.
Por su parte, Romney se está reuniendo cada semana con Mike Leavitt, exgobernador de Utah, a quien ha puesto al frente de su «Readiness Project» (Proyecto estar listos). Este equipo de transición se ha instalado en unas oficinas en el centro de Washington y se está dedicando a revisar informes sobre potenciales miembros del Gobierno. Leavitt podría ser jefe de gabinete de la Casa Blanca, mientras que al senador por Ohio Bob Portman, que a punto estuvo de ser candidato a vicepresidente, se le menciona como posible secretario del Tesoro, aunque también podría acabar como jefe de gabinete o secretario de Estado.
Para esta última responsabilidad uno de los mejor situados es Robert Zoellick, quien este año dejó la presidencia del Banco Mundial, por más que el sector conservador prefiriría a John Bolton, embajador con Bush ante la ONU, pero que tendría problemas para ser confirmado por el Senado. Zoellick también podría encargarse del Tesoro.
Como consejero nacional de seguridad se menciona a Richard Williamson, asesor de política exterior de Romney, y los nombres de Eric Fehrnstrom y Kevin Madden se barajan como portavoces de la Casa Blanca. (EL MUNDO / ABC)