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Martes 30 de octubre.- Sucedió en China. Una mujer debe pagar el equivalente a 120,000 dólares después de ser denunciada por su marido porque la hija de ambos no ha heredado ni en una pizca la ya de por sí cuestionable belleza de su madre. Éste fue el motivo que él esgrimió antes de denunciar a su esposa, a la que acusó también de ser fea y ganó por este motivo la causa de divorcio.
En uno de los casos más sorprendentes que se recuerdan, a principios de año, Jian Feng, un hombre que reside en el norte de China, demandó a su mujer y alegó que la belleza y ella estaban reñidas. El juez ha fallado a su favor, concediéndole el derecho al divorcio y además tendrá que recibir de su ex pareja unos 120,000 dólares. El togado tuvo en cuenta los motivos y problemas aducidos por Jian Feng, cuando él y su mujer tuvieron a su primer bebé.
Esposa de Jian Feng, antes y después de las cirugías plásticas. Habría que ver qué aspecto tiene él.
El hombre describió a su hija como «muy fea» y le dijo a la corte que no se parecía a ninguno de los padres, por lo que emitió un dictamen particular acerca de que la niña «no era suya». Empezó a acusar a su esposa de adulterio y engaño, y se aferró a este dato hasta que a la postre la mujer le explicó que también ella era fea hasta que se sometió a varias operaciones de cirugía estética que costaron unos 100,000 dólares y mejoró su aspecto en la forma que muestran las imágenes.
Jian Feng consideró que se había casado 'bajo engaño' y que cuando vio a su primera hija «se asustó» de tan fea como era. Feng acusó a su mujer de engaño por no informarle de las cirugías estéticas. El chino ganó el pleito. En las redes sociales el caso ha tenido un gran eco.
Se presume que la bebé permanece bajo los cuidados de su madre. (ABC)