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CIUDAD DE MÉXICO, 29 de octubre.- Bruno Ferrari, secretario de Economía, descartó que haya un enfrentamiento con la industria automotriz, en especial con Toyota. Simplemente, advirtió que el papel del gobierno federal será ser más exigente con el cumplimiento de requisitos para que las armadoras obtengan su registro de productoras y así tener un trato equitativo en el sector.
Recordó que Toyota prometió realizar inversiones desde hace más de tres años para instalar una planta y, con ello, elevar su producción nacional -hasta el momento ha fabricado 48,000 vehículos en lo que va del 2012-; sin embargo, ha incumplido, cuando se le otorgó el beneficio y apoyo como productora nacional.
De dejarse de aplicar los beneficios arancelarios que a la fecha tiene Toyota, y que afectarían las importaciones de vehículos, las pérdidas para la compañía ascendería a 1,200 millones de dólares, dijo Ana María Vallarino, directora de Comunicación de Toyota Motor Sales de México.
“Estaremos cerca de la industria, como lo hemos estado. Pero eso no implica que mantengamos una postura laxa en lo que se refiere a los requisitos que se han pedido y que están cumpliendo muchos de esta industria; por lo mismo, nosotros tenemos que ser exigentes para que todas las empresas que sí han hecho esto (cumplido), no vean que hacemos excepciones con empresas que se comprometen a hacer inversiones y luego no las hacen”, enfatizó el funcionario en conferencia de prensa.
La semana pasada, la Secretaría de Economía emitió a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) una propuesta que modifique el decreto para la industria automotriz a fin de que aquellas empresas con producción nacional mínima sean de 100,000 unidades en el 2012 y, de esta forma, obtengan su registro de productora de vehículos en el 2013 y 2014.
En caso de no cumplir con dicha cuota, las armadoras sólo podrán registrarse siempre y cuando hayan fabricado al menos 50,000 vehículos e invertido 100 millones de dólares para ampliación de producción, cláusula en la que sí entra Honda, pero Toyota no.
En un escrito enviado a la Cofemer, Toyota expresa que por cuestiones financieras ha postergado las inversiones; no obstante, Ferrari refirió que Honda también había solicitado prórroga por tal problemática, pero finalmente ya realizó las inversiones, aun cuando enfrentó el desastre natural del tsunami en su país de origen, Japón. (EL ECONOMISTA)