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Son las siete de la mañana con veinte minutos, en la calle de la colonia Mayapán se recorta la figura espigada de un joven que extiende la mano pidiendo parada. La combi número nueve de la ruta Mayapán, conducida por un chofer conocido popularmente como Charly, se detiene y el pasajero aborda.
A bordo de la Combi número 9 de la ruta Mayapán
Esta vez ocupa el asiento contiguo al conductor, pero otras veces, le ha tocado ir atrás. Campechano como es, platica de los últimos sucesos: la serie mundial y la manera insospechada en que los gigantes accedieron, de la jornada dominical de fútbol, del dopaje del hijo de Chávez, de la basura, de la necesidad de descacharrizar.
Algunas de las gentes que van en la combi platican animadamente de multitud de temas. De pronto tocan algún punto que le llama la atención: ¿no se han llevado su basura? Permítame ayudarle, soy Guty Espadas, regidor del ayuntamiento de Mérida.
La gente lo mira incrédula. Es inédito que un funcionario público ocupe el transporte público para trasladarse, pero Guty es un muchacho sencillo. Siempre he usado autobuses y combis cuando por alguna razón se queda sin auto. Viajar en el transporte público me permite convivir con la gente, que es algo que me agrada, más allá de la transitoriedad de mi cargo público, afirma.
En plena campaña de descacharrización, en compañía de amigos
En casa tenemos dos vehículos, afirma con amabilidad, pero el otro se le queda a mi mujer para desarrollar sus actividades y por lo que pudiera hacer falta a mis hijos. Insisto, me agrada el transporte urbano, no es una pose, reitera.
La combi concluye su periplo en la calle 56, en la esquina de una popular paletería. Guty se apea y camina hasta palacio municipal, son las ocho de la mañana. Cortesmente saluda a las recepcionistas y sube a su cubículo. Es el único regidor que llega a horas tan impropias para los usos y costumbres de los políticos.
La primera vez que llegué, mi primer día como regidor, la gente (en referencia a los empleados) estaban espantados, nunca se imaginaron que me presentara tan temprano. La mayor parte de los compañeros entra después.
Convivir con personas con capacidades diferentes, es parte de su quehacer como integrante de la comisión de deportes
Según pudieron comentarnos empleados municipales que solicitaron el anonimato para no tener problemas, los demás regidores llegan entre las diez y las once de la mañana y se retiran a eso de las dos de la tarde.
Guty afirma que llegar temprano le permite aprovechar mejor el tiempo y destinarlo a una mejor atención y contacto con la gente, para las labores de gestoría inherentes al desempeño de su encargo.
Claro que a veces tengo reuniones o debo realizar visitas que son consecuencia de la naturaleza de mi trabajo o se requieren debido al quehacer de las comisiones edilicias que integro, pero tan pronto concluyo, de inmediato regreso a palacio, porque me interesa poder estar para atender a la gente que me solicite.
En Palacio atiendo a las personas que me van a ver, me reuno con integrantes de las comisiones que integro, con mis compañeros de bancada, acudo a reuniones diversas. Generalmente llego a las ocho pero cuando me queda trabajo pendiente, puedo hacerlo más temprano, ayer por ejemplo, desde las siete de la mañana estaba aquí. Incluso unas personas que me vieron, me preguntaron en broma si había dormido aquí, comenta sonriente.
Con los integrantes de la Comisión de Box y Lucha
Generalmente como alguna cosilla en las inmediaciones, para tratar de aprovechar el tiempo de trabajo. Me retiro en promedio alrededor de las seis o seis y media de la tarde. Creo que suelo ser el último en salir por lo general, indica.
Entre el personal del ayuntamiento y las personas que ha apoyado, evitando siempre reflectores, sea a través de su gestión como edil o a través de su fundación Campeones de Guty Espadas, este joven regidor, comienza a ser conocido como el amigo del pueblo, por su comportamiento atípico en los políticos tradicionales. Guty solo sonríe, cuando se le hace esta observación y rubrica contundente como un opercot: soy gente del pueblo, me debo al pueblo e intentaré hacer cuanto esté en mi mano a su favor, no es discurso, es que así soy...
Lo que es definitivo, es que es diferente al resto de los regidores del ayuntamiento de Mérida. Que la gente me tome la palabra y me busque, haré todo lo humanamente posible por servirla. Los invito a comprobarlo, concluye.