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KIEV, Ucrania, 13 de febrero.- El tejado de la sala de máquinas de la antigua central nuclear de Chernóbil, en Ucrania, se ha derrumbado. Las autoridades no ven peligro ni cambios en los niveles de radiación. Greenpeace habla de "señal preocupante".
El tejado de la sala de máquinas de la antigua central nuclear de Chernóbil, en Ucrania, se vino abajo a causa de las masa de nieve acumulada, informó el Ministerio de Emergencias de la ex república soviética.
El accidente se produjo a unos 70 metros del "sarcófago", la cubierta de hormigón que cubre provisionalmente el bloque de reactores que explotó en el trágico accidente de 1986, con devastadoras consecuencias. Sin embargo, las autoridades de protección civil aseguraron que no ha habido escape de radiactividad y tampoco hay heridos.
El tejado no aguantó el peso de la nieve. (AFP / CHNPP)
Como medida de precaución, la empresa francesa Bouygues, una de las dos de ese país que están construyendo una nueva capa protectora, confirmó a la agencia de noticias alemana dpa que retiró a sus trabajadores "por temor a la radiación".
La organización Greenpeace calificó lo ocurrido como una "señal preocupante". "No hay garantías de que en un futuro cercano no comience a estropearse el sarcófago", apuntó la organización.
La causa del accidente será investigada por una comisión especial en los próximos 14 días, informó la dirección de la central.
También se cayeron partes de la pared. (AFP / CHNPP)
El bloque de reactores de Chernóbil explotó el 26 de abril de 1986, causando una nube radiactiva que se extendió desde Ucrania a otras regiones de Europa y que dejó numerosas víctimas, sin que la cifra haya terminado de concretarse: desde las más de 60 personas que perdieron al vida en los primeros tres meses hasta las decenas de miles afectadas por la radiación recibida en los años siguientes.
En 2012 comenzó la construcción de una nueva cubierta protectora valorada en 1,540 millones de euros, financiada con ayuda del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD). Actualmente, unos 1,500 empleados de 22 países trabajan en el proyecto que pretende sustituir el viejo sarcófago antes de 2015. (dpa)