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JERUSALÉN / BEIRUT / MADRID, 14 de febrero.- Ben Zygier, el reo conocido como 'Prisionero X', que se suicidó en una cárcel israelí el 15 de diciembre de 2010, había sido acusado de graves crímenes contra la seguridad del Estado de Israel y estaba negociando un acuerdo con sus captores en el momento de su muerte. El miércoles, el Gobierno de Israel reconoció por primera vez la existencia del preso, y levantó parcialmente el secreto de sumario que una juez había declarado sobre el caso, a petición de la agencia de inteligencia interior del país, el Shin Bet.
La juez Hila Gerstel declaró el secreto de sumario repetidamente sobre varios aspectos del caso a partir del 4 de marzo de 2010. Varios medios israelíes habían comenzado a informar de la muerte del preso entonces, y el Gobierno de Israel consideró que las circunstancias del asunto podrían poner en riesgo la seguridad del país si sus detalles salían a la luz. Hasta esta semana, los medios israelíes no han podido informar sobre el 'Preso X', ya que la oficina de censura del Ejército se ha encargado de velar porque se aplicara ese secreto de sumario.
Lápida de Ben Zygier (recuadro) en el cementerio judío de Chevra Kadisha en Melbourne, Australia. Zygier fue encontrado ahorcado en su celda en la prisión de alta seguridad de Ayalón, Israel. (Reuters)
Este jueves el Ministerio de Justicia israelí ha emitido un comunicado en el que admite finalmente la existencia del preso y su muerte en prisión. “El Servicio de Prisiones detuvo a un preso que tenía nacionalidad tanto israelí como extranjera. Por razones de seguridad, al prisionero se le encarceló bajo un alias, sin embargo, su familia fue notificada de inmediato de su detención”, dijo Orli Ben-Ari Ginsburg, un fiscal del Gobierno. “El prisionero fue encontrado muerto en su celda hace aproximadamente dos años”, añadió.
El Gobierno hace en ese comunicado un recuento de los detalles del caso, y se refiere a Zygier como ‘John Doe’, un nombre comodín que se emplea en países anglosajones para referirse a alguien cuyo nombre no se quiere desvelar. Además, autoriza a los medios israelíes a informar de las circunstancias básicas del asunto, pero advierte de que “aparte de eso, no se podrán publicar detalles adicionales del caso, por razones de la seguridad del Estado”. Fue un reportaje publicado en la televisión pública australiana ABC el que reveló la verdadera identidad de Zygier.
Ese reportaje alegaba que Zygier, nacido en Australia y con doble pasaporte israelí, trabajaba para el Mossad, la agencia de espionaje de Israel, antes de su muerte a los 34 años.
Jason Koutsoukis es el periodista australiano que contactó e interrogó a Ben Zygier, el 'Prisionero X', que después murió ahorcado en una celda de máxima seguridad israelí, en 2010. Koutsoukis se topó con él gracias a las suspicacias de los servicios secretos de Australia, que desconfiaban de los movimientos de tres ciudadanos australianos que cambiaron su identidad para viajar a países hostiles con Israel. Sospechaban que habían sido reclutados por el Mossad israelí y que operaban a través de una empresa tapadera europea que vendía equipos electrónicos a Irán. Koutsoukis lo recuerda ahora en conversación telefónica desde Beirut.
Pregunta. ¿Cómo dio con el 'Prisionero X'?
Respuesta. Una fuente del espionaje australiano me dio el chivatazo. Estaba enfadado porque había tres australianos que habían emigrado a Israel y que trataban de cambiar su identidad para viajar a países como Irán. La fuente consideraba que se estaban aprovechando del Gobierno australiano obteniendo nuevas identidades y pasaportes para dedicarse al espionaje. Eso fue en octubre de 2009 y me puse a trabajar en la historia.
P. ¿Le dio el nombre de 'Prisionero X'?
R. Sí. Le busqué. Estaba en Australia y en diciembre de 2009 llegó a Israel. No me costó mucho dar con él. Le llamé por teléfono y me dijo que estaba en Jerusalén.
P. ¿Qué más le dijo?
R. Le conté de qué se le acusaba. Le dije que se le acusaba de pertenecer al Mossad [el espionaje israelí]. Me escuchó y enseguida me dijo que todo era mentira. La historia en realidad, sonaba muy rocambolesca.
P. ¿Volvió a hablar con él?
R. Sí. Le seguí llamando por si cambiaba de opinión. Él hacía vida normal. Un día que le llamé estaba por ejemplo en una fiesta. Cada vez se enfadaba más cuando le preguntaba si pertenecía al Mossad. Tres días antes de publicar mi historia [en el Sydney Morning Herald y The Age], en febrero de 2010, le encerraron en la cárcel israelí en la que murió.
Zygier pertenecía a una prominente familia judía de Melbourne. Emigró en 2000 a Israel, donde se nacionalizó bajo el nombre de Ben Alon. Mantuvo en vida dos pasaportes, y varias identidades. Se hacía llamar también Ben Allen y Ben Burrows. En Israel se casó y tuvo dos hijos. Residía con su familia en la zona de Tel Aviv. Nada más se sabe de los motivos de su detención ni de los cargos que el Gobierno presentó en su contra. (EL PAÍS)