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ROMA, 30 de marzo.- El presidente italiano, Giorgio Napolitano, descartó el sábado dimitir para dejar paso a unas nuevas elecciones parlamentarias después de fracasar los intentos para formar gobierno esta semana, y dijo que seguiría en su puesto hasta el final de su mandato en mayo.
Previamente, todos los principales diarios italianos dijeron que Napolitano, cuya gestión acaba el 15 de mayo, estaba considerando dimitir para evitar las cláusulas constitucionales que impiden a un presidente disolver el Parlamento y convocar elecciones en los últimos meses de su mandato.
Pero el jefe de Estado de 87 años dijo a periodistas que continuaría con sus esfuerzos para acabar con el punto muerto desde las elecciones del mes pasado del que no salió ningún grupo con el suficiente poder para gobernar.
En una comparecencia ante los medios en la sede de la Presidencia de la República, el Palacio del Quirinal de Roma, Napolitano habló de "dos grupos restringidos de personalidades" a los que ha pedido que formulen una lista sobre los "temas esenciales" que el país debe afrontar, de acuerdo con los compromisos contraídos con la Unión Europea (UE), y que sean apoyadas por los partidos.
"Continuaré ejerciendo mi mandato hasta el último día como me sugiere el sentido de la responsabilidad nacional, sin esconder al país las dificultades a las que todavía me enfrento", dijo a periodistas en el Palacio del Quirinale.
Agregó que pediría a dos pequeños grupos de expertos que formularan propuestas de reformas institucionales y económicas, que pudieran ser apoyadas por todos los partidos políticos.
Napolitano se reunió el viernes con los líderes de los principales partidos para encontrar una salida al punto muerto, que ha aumentado los temores a una incertidumbre prolongada en la tercera mayor economía de la eurozona.
Sin embargo, con los tres principales grupos del parlamento atrincherados en sus posiciones que han impedido que se forme una mayoría, las esperanzas a una solución que evite unas nuevas elecciones se han desvanecido.
El líder del centroizquierda, Pier Luigi Bersani, cuyo partido controla la Cámara Baja pero no tiene mayoría en el Senado, fracasó en conseguir suficientes apoyos para formar un gobierno con el resto de los partidos después de una semana de conversaciones.
Rechazó la propuesta del líder del centroderecha Silvio Berlusconi para un acuerdo de coalición que daría al ex primer ministro implicado en varios escándalos una cuota de poder y el derecho a decidir sobre el sucesor de Napolitano.
Tanto el grupo de Berlusconi como el antisistema Movimiento 5 Estrellas del ex cómico Beppe Grillo han descartado apoyar un nuevo gobierno tecnócrata como el del saliente primer ministro Mario Monti, bloqueando la que parece ser la única otra opción. (Reuters)