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LONDRES, 30 de marzo.- Es una sorprendente, algunos dirían increíble, historia: Cómo un ama de casa de Yorkshire pasó cinco años de su infancia bajo el cuidado de monos en la selva colombiana.
Sin embargo, los especialistas que han estudiado el caso no han encontrado evidencia de que la historia de Marina de Chapman sea una fantasía - y ahora ella la ha contado, por primera vez, con lujo de detalles.
En un nuevo libro, distribuido exclusivamente por The Mail on Sunday a partir de hoy, la señora Chapman revela cómo una colonia de monos capuchinos le enseñó a sobrevivir después de haber sido abandonada en la selva por unos secuestradores.
Marina conserva la facilidad para treparse a los árboles.
Imitó los hábitos alimenticios de los monos y los gritos agudos e incluso aprendió a escalar árboles y dormía en un tronco hueco por la noche.
En una ocasión, un mono al que ella llamaba 'Abuelo' por su pelaje blanco la curó de un dolor de estómago paralizante, llevándola hasta el río y animándola a beber hasta que vomitó.
La historia de la Sra. Chapman - que tiene ecos de los cuentos de Tarzán y de Mowgli- comenzó en la década de los años cincuenta, cuando fue drogada y secuestrada en su casa, en Colombia, a la edad de cuatro.
Monos capuchinos como los que criaron a Marina.
En sus memorias, The Girl With No Name (La Chica sin Nombre), Chapman recuerda el momento cuando despertó para encontrarse a sí misma en el bosque.
Ella dice: "A una distancia de varios pasos había monos mirándome. Momentos después, uno de los monos se acercó a mí. Asustada, me encogí, tratando de hacerme tan pequeña como fuera posible".
"Él extendió una mano arrugada y café y con un firme empujón me volteó a mi costado. Yo temblaba en el suelo, tensa por el segundo golpe que veía venir.
-Pero no lo hizo -el mono había perdido el interés. Había regresado al círculo, se agachó de nuevo sobre sus patas traseras y siguió mirándome, junto con todos los demás. A continuación, todos parecían querer inspeccionarme.
Ella dijo que disfrutaban su mutua compañía y se sentían como en familia, y aunque hubo noches en que lloró durante horas por la soledad, también se sentía feliz de estar con los monos y se dio cuenta de "que poco a poco, fui convirtiéndome en una de ellos".
Dijo que más tarde fue rescatada por cazadores y obligada a la prostitución antes de acabar en Inglaterra y casarse con un organista de iglesia.
Ahora es una madre con dos hijos y tiene tres nietos. Vive con su esposo, John, en un suburbio de clase media de Bradford. Ella cree que tiene unos 50 años, pero no sabe su fecha exacta de nacimiento.
La reina de la selva con su esposo John y sus hijas Vanessa James (izquierda) y Joanna Pearse.
Su historia fue recibida con incredulidad cuando surgió el año pasado, pero ha resistido el escrutinio, y ahora National Geographic está planeando un documental sobre ella.
Su hija Vanessa Chapman, de 28 años, describe a su madre como "salvaje y espontánea", y agrega que "fue a veces criticada por cómo crió a sus hijos, pero su modelo de paternidad fue una manada de monos".
Los expertos aseguran que los monos son conocidos por aceptar a jóvenes humanos en sus grupos.
En 1991, John Ssebunya, un niño de seis años de edad de Uganda, fue encontrado en un árbol después de haber pasado tres años en el medio silvestre, bajo el cuidado de los monos verdes; un niño de dos años de edad, conocido como Bello, fue encontrado viviendo con chimpancés en Nigeria en 1996. (Daily Mail)