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LONDRES, 31 de marzo.- Investigaciones de la Universidad de Aberystwyth indican que William Shakespeare no era sólo un dramaturgo prolífico sino también un acaparador que se enriqueció gracias al hambre del pueblo, un usurero despiadado y además evasor fiscal.
Unos documentos descubiertos por la Universidad galesa indican que el célebre autor inglés se benefició de la hambruna y la miseria.
Según los investigadores, no es que tengan intenciones de manchar la figura del 'inventor de lo humano', sino que no es posible comprenderlo plenamente sin analizar su astucia para los negocios.
El 'Cisne de Avon' (1564-1616) tenía su lado oscuro. Varios lados oscuros, de hecho.
Registros de las cortes y de la oficina de impuestos señalan que Shakespeare fue procesado varias veces por acumular alimentos ilegalmente y revenderlos a precios inflados.
El autor de “Romeo y Julieta” y “El mercader de Venecia” se retiró de la actividad teatral a los 47 años, cuando ya era el mayor propietario de su ciudad natal, Stratford-upon-Avon.
Se cree que la vida de Shakespeare como rico terrateniente se puede reflejar en su obra "Coriolanus", que se centra en los disturbios desatados por el acopio de granos durante una hambruna. (BBC)