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MÉRIDA, Yucatán, 6 de mayo.- Un total de 24 abuelos del Centro de Atención al Adulto Mayor (CAAM) disfrutaron ayer de un día en el Puerto de Progreso gracias al DIF Mérida. Por más de tres horas los abuelitos realizaron diferentes actividades como activación física y caminaron por la orilla de la playa.
Los que padecen de una discapacidad visual fueron los más emocionados, pues ya no recordaban el ambiente del lugar, por lo que desde el primer momento en que se bajaron del camión y escucharon las olas del mar dibujaron una sonrisa en sus rostros y aprovecharon para tocar la arena, se metieron al mar para bañarse y sentir la brisa del mar; todo con la ayuda de los maestros del CAAM.
Ya sentados en la arena los abuelitos comieron cebiche de soya y cuando regresaron al CAAM les repartieron sus hamburguesas de McDonald´s, que fueron donadas por esta empresa.
Aunque el cielo estaba nublado, los abuelitos del CAAM se metieron al mar muy contentos. (Más fotos abajo)
Cabe mencionar que a casi 4 años de la inauguración del CAAM (ubicado en Juan Pablo II) esta es la primera vez que el DIF MÉRIDA lleva de paseo a la playa los abuelitos de ese Centro.
Este don señor de lentes negros es de cuidado y el personal del CAAM tiene que vigilarlo continuamente, porque anda enamorando a varias damas muy coquetas.
Las señoras se pusieron joyas, sombreros y gafas de sol; los señores, cachuchas. Fue una animada convivencia, como no la habían disfrutado antes.
El grupo estuvo en la zona de palapas del malecón, donde gozaron de la brisa y participaron en dinámicas de activación física.
McDonald's envió hamburguesas especiales para que los adultos mayores se repusieran de la jornada de activación recreativa.
Los adultos mayores comentaron que este DIF Mérida que preside Diana Castillo Laviada y dirige Gabriela González Prieto sí los atiende, no como antes.
El personal del CAAM también sirvió a los abuelos huevos revueltos y plátanos, porque se intenta proporcionarles una alimentación balanceada. Antes, en la playa, les dieron ceviche, pero de soya, no fuera a ser que algo los hiciera mal, porque se trata de hacerlos felices, no de enfermarlos.