407 palabras
LAS VEGAS, Nevada, 13 de mayo.- La última vez que O.J. Simpson se presentó en un tribunal de Las Vegas, estuvo parado junto al abogado defensor Yale Galanter antes de ser esposado y enviado a prisión por hasta 33 años.
El lunes, el astro del fútbol estadounidense regresa al Tribunal de Distrito del Condado de Clark con nuevos abogados que esperan convencer a un juez de que Galanter no debió haberse hecho cargo de su caso por robo y secuestro a mano armada, de que el abogado, al que se le pagaron casi 700.000 dólares por la defensa de Simpson, tenía un interés personal en evitar que él mismo fuese identificado como un testigo de delitos y que por eso Simpson se merece un nuevo juicio.
Foto de OJ Simpson sonriendo durante el juicio donde fue juzgado por el asesinato de su ex esposa Nicole Brown Simpson y a Ronald Goldman el 12 de junio de 1994, acusaciones de las cuales fue absuelto. Años después, Simson escribió un libro titulado "Si lo hice, así es como sucedió". La familia de Goldman, que ganó una demanda civil contra Simpson por su muerte, ganó los derechos del libro para satisfacer el adeudo del ex futbolista, renombrándolo "Si lo hice: Confesiones del asesino", con el "Si" en letra chica.
"Para mí, los argumentos son sólidos", dijo Patricia Palm, la abogada de apelación de Simpson que produjo una solicitud de 94 páginas analizando las promesas, pagos y desempeño de Galanter como abogado de Simpson en el juicio que terminó con un jurado hallando a Simpson y un coacusado culpables de 12 delitos graves.
Galanter se negó a comentar previo a su prevista declaración en la corte.
De los 22 alegatos de conflictos de interés y asesoría ineficaz que presentó Palm, la jueza del Tribunal de Distrito del Condado de Clark Linda Marie Bell acordó escuchar 19.
Técnicamente, el proceso de cinco días no es ni un juicio ni una apelación. No se presentarán testimonios de apertura. La jueza escuchará declaraciones antes de decidir si Simpson merece un nuevo juicio. No está claro si Bell emitirá un fallo de inmediato. (El Nuevo Herald)