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Timothy Herrmann integrante de Catholic Family and Human Rights Institute, dió a conocer que la izquierda sexual ha perdido mucho en la sesión de la Comisión de Población y Desarrollo de la ONU, toda vez que quería derechos sexuales para los niños de diez años y perdió, quería orientación sexual e identidad de género y perdió, quería que se eliminara del documento a los padres y perdió y llenó la conferencia de juventud radical y perdió.
Jóvenes activistas llegaron en masa a la ONU la semana pasada en un intento de apropiarse del 45 período de sesiones de la Comisión de Población y Desarrollo mediante la promoción de los derechos homosexuales y del aborto. No obstante, los países rechazaron sus demandas y elaboraron un documento resultante bastante equilibrado que se centró en cuestiones más apremiantes de la juventud como ser la educación, el trabajo, la salud y el desarrollo.
Jóvenes activistas patrocinados por organizaciones como la Federación Internacional de Planificación de la Familia y las coaliciones Youth Coalition e International Women's Health Coalition colmaron la sala y se ubicaron estratégicamente en las delegaciones de los países con la esperanza de centrar el interés de la conferencia en la salud sexual y reproductiva de los jóvenes y de los adolescentes.
En el transcurso de la semana, presionaron a los delegados nacionales para que añadieran un lenguaje polémico en el documento resultante, que debilitaba el derecho y la responsabilidad de los padres en la educación sexual de sus hijos y que incluía los derechos sexuales y reproductivos, así como también la educación sexual integral.
Aunque a la larga se incluyó la educación sexual integral en el documento, los países se negaron a mencionarla sin aludir a los derechos, deberes y responsabilidades de los padres de brindar instrucción y asesoramiento adecuado sobre cuestiones sexuales y reproductivas. Asimismo, los países entendieron explícitamente que cualquier referencia en el documento a los derechos sexuales y reproductivos excluía al aborto como método de planificación familiar.
Aún más decepcionante para las agrupaciones activistas radicales fue la exclusión de la orientación sexual y de la identidad de género, términos empleados por el lobby homosexual para promover sus derechos en la ONU. El grupo árabe y la mayoría de los países africanos, con la ayuda de la Santa Sede, la Federación Rusa y Paquistán, desecharon la única referencia a la orientación sexual en el borrador final del documento en la última jornada de la conferencia.
Aunque la exclusión de la orientación sexual parece ser una victoria, el dialecto de la ONU es tan engañoso que la única mención que sí figura en el documento sobre el derecho a decidir libre y responsablemente sobre cuestiones relacionadas con la sexualidad, preocupó mucho a delegaciones como la de Uganda, que consideraron esto como un intento de los países que apoyan los derechos homosexuales de infiltrar un nuevo lenguaje.
Además, pese a que el tema de la conferencia era Los adolescentes y los jóvenes, los países no lograron ponerse de acuerdo sobre la definición de ninguno de estos términos. En un principio, se los definió como la edad comprendida entre los 10 y los 24 años, pero dado que el documento de cualquier modo menciona los derechos sexuales y reproductivos, los países no estaban dispuestos a ofrecer estos derechos a personas de 10 años y la definición resultó ser demasiado polémica como para que se la incluyera.
A pesar de la dura lucha de muchas delegaciones por ir más allá de los derechos reproductivos y conseguir sólidas referencias a la educación, el trabajo y los Objetivos de Desarrollo del Milenio en el documento, las serias dudas de los países respecto de los derechos reproductivos y la sexualidad de la juventud hizo que fuera casi imposible llegar a un acuerdo. Por consiguiente, el presidente de la Comisión de Población decidió por cuenta propia preparar la versión final del documento resultante, o texto del presidente, que incluso él admitió que no era completamente satisfactorio para todos.