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Artículo de Federico Marín Bellón (Jugar con Cabeza)
Viernes 5 de octubre.- «Me sentía bajo arresto familiar», asegura Spassky. El excampeón mundial ha reaparecido en la televisión rusa para intentar aclarar su misteriosa fuga de París, donde se recuperaba de dos apoplejías. Boris huyó en agosto de la capital francesa con ayuda de una misteriosa mujer y con un enigmático pasaporte de un solo uso. Su mujer y su hermana denunciaron públicamente la desaparición. Su hijo fue incluso a los tribunales para dar cuenta del presunto secuestro. El gran maestro asegura ahora que se recupera satisfactoriamente de sus dolencias y que goza de libertad.
Prosigue la película de espías que protagoniza Spassky desde hace varias semanas. El portal Chess-News informaba de las últimas novedades sobre el caso (más información en este enlace), hechas públicas por la televisión rusa: el médico que atiende al ajedrecista ahora en Moscú ha certificado su buena salud mental y niega que necesite tratamiento psiquiátrico. Por lo que se ve en pantalla, todavía necesita ayuda para caminar y está bastante desmejorado, pero parece expresarse sin dificultad.
El abogado de Spassky mostró el documento en televisión para probar que su representado se siente bien y es capaz de expresar su voluntad. En París, el décimo campeón del mundo no solo se sentía «bajo arresto familiar», sino que insiste en que allí su salud «también estaba en peligro». Pese a añadir que las medicinas que le proporcionaban no le hacían ningún bien (imposible no acordarse de la película «Encadenados», de Hitchcock), Spassky se muestra conciliador y dice que no quiere culpar a nadie de causarle un daño intencionado.
Durante la grabación, Spassky no quiso revelar los nombres de los supuestos amigos que lo ayudaron a escapar, pero sí admitió que había una mujer involucrada en su huida, Valentina Alexeevna, su agente desde 2007. La solicitud de divorcio ya ha sido enviada a París. (Continuará)