1678 palabras
AKCAKALE, Turquía, 4 de octubre.- Turquía lanzó el jueves ataques de artillería sobre un pueblo fronterizo de Siria y provocó la muerte de varios soldados, mientras que su Parlamento autorizó más acciones militares luego de que cinco civiles turcos fallecieran por una bomba disparada desde Siria.
Buscando frenar la escalada del conflicto transfronterizo, Damasco se disculpó a través de la ONU por la explosión que causó la muerte de los cinco civiles en el sudeste de Turquía el miércoles y dijo que no se repetiría, señaló el viceprimer ministro turco, Besir Atalay.
La OTAN mostró hoy su apoyo a Turquía tras el ataque con obuses desde territorio sirio que causó la muerte de cinco civiles, al tiempo que exigió a Damasco el fin de sus "flagrantes" violaciones del derecho internacional. En la imagen, un soldado turco en la frontera con Siria. (AFP)
El Consejo de Seguridad de la ONU condenó el jueves el ataque e instó a que "violaciones semejantes de la ley internacional cesen de inmediato y no se repitan".
"Los miembros del Consejo de Seguridad recalcan que este incidente subraya el serio impacto que la crisis en Siria tiene en la seguridad de sus vecinos y en la paz y estabilidad regional", dijo el consejo, de 15 miembros, en un comunicado.
El organismo "exhorta al Gobierno sirio a respetar la soberanía e integridad territorial de sus vecinos".
Frontera Siria-Turquía
En tanto, Rusia, firme aliado de Siria, dijo que Damasco había calificado el ataque con mortero como un trágico accidente.
Pero Turquía dijo que la "acción agresiva" contra su territorio por parte de las fuerzas armadas sirias se había convertido en una seria amenaza para su seguridad nacional y el Parlamento dio autorización el jueves para realizar operaciones militares fuera de las fronteras del país si el Gobierno lo considerara necesario.
El primer ministro turco, Tayyip Erdogan, dijo que el objetivo fundamental del mandato del Parlamento era como disuasión.
Hay un despliegue masivo de tropas turcas, medida ordenada por Ankara tras que una bomba siria atravesó la frontera, mató a cinco civiles turcos (entre ellos niños) y lesionó a 13. (Reuters)
"Nosotros queremos paz y seguridad en nuestra región. Nunca podríamos estar interesados en algo semejante como empezar una guerra. Las consecuencias de la guerra se pueden ven en Irak y Afganistán", dijo Erdogan a periodistas en una conferencia de prensa en Ankara.
Agregó que el ataque fue el octavo de ese tipo desde Siria, pero que los incidentes previos sólo causaron daños materiales y Damasco ignoró las advertencias de Ankara sobre el tema.
"Turquía es un estado capaz de defender a sus ciudadanos y sus fronteras. Nadie debería tratar de poner a prueba nuestra determinación en esta materia", agregó.
Rusia bloqueó ante Naciones Unidas la adopción de un comunicado condenando el bombardeo sirio en Akcakale y propuso un texto más laxo que llamaría a la "mesura" en la frontera sin referirse a incumplimientos de la ley internacional.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, está "alarmado por la escalada en las tensiones" entre Siria y Turquía y advirtió que está creciendo el riesgo de que el conflicto que ya lleva 18 meses se expanda por la región, dijo el jueves su portavoz.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China instó a Turquía y a Siria a actuar con moderación.
El movimiento pacífico pro-democrático que surgió en marzo del 2011 en Siria se transformó en una revuelta armada luego de que el presidente Bashar al-Assad intentó aplastarlo y ahora se está convirtiendo en un conflicto sectario que podría desestabilizar a países vecinos.
Turquía contraatacó después de lo que calificó como "la gota que derramó el vaso" cuando un mortero cayó el miércoles en un barrio residencial de la ciudad fronteriza de Akcakale, causando la muerte de una madre, sus tres hijos y otra pariente.
Atalay dijo el jueves que Turquía había ejercido su derecho a responder al ataque y que el permiso del Parlamento no era un "memorandum de guerra". También manifestó que la prioridad de Turquía es actuar en coordinación con las instituciones internacionales.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijo que tres soldados sirios murieron en los bombardeos turcos contra un puesto militar cerca de la ciudad de Tel Abyad, a pocos kilómetros de la frontera desde Akcakale. Los medios estatales sirios no informaron sobre víctimas.
El Observatorio también informó de enfrentamientos entre los rebeldes y el ejército de Siria en un puesto militar, y dijo que los insurgentes habían matado el jueves a 21 guardias republicanos en una emboscada a un minibús militar en un suburbio del noroeste de Damasco.
Recep Tayyip Erdogan, primer ministro de Turquía.(AFP)
Fuego sirio contra la aldea turca de Akcakale, donde murieron los cinco civiles.(Reuters)
Bandera turca en la frontera con Siria.(Archivo de Reuters)
El lado sur de Akcakale, justo en la frontera, se asemeja a un pueblo fantasma: casas vacías y comercios cerrados. La mayoría de la población es étnicamente árabe.
"Todo el mundo se ha ido, mire", dijo Ibrahim Cilden, de 33 años, que vive a apenas unas casas de la afectada por la explosión del miércoles. Un nuevo campo para refugiados sirios se estableció en el pueblo, pero nadie ha sido trasladado allí aún.
"¿Dónde lo construyeron? Justo en la salida de nuestro pueblo. Por lo tanto, los sirios nos lanzan los morteros a nosotros. Actuamos como un imán", agregó.
No estaba claro quién disparó el mortero a Turquía, pero las fuerzas de seguridad dijeron que había provenido de las cercanías de Tel Abyad y que Ankara estaba aumentando la cantidad de tropas a lo largo de su frontera.
Siria señaló que está investigando la fuente del ataque y reclamó mesura. El ministro de Información sirio, Omran Zoabi, dijo que su país respetaba la soberanía de las naciones vecinas.
Algunos residentes de Akcakale pasaron la noche en las calles, mientras que otros se reunieron fuera de la oficina del alcalde, con temor a volver a sus casas cerca de la frontera, mientras el ruido de artillería resonaba en el pueblo.
Los embajadores de los veintiocho países aliados de la OTAN, reunidos de urgencia en Bruselas para analizar la situación, aseguraron que las acciones sirias suponen un "peligro claro y presente a la seguridad" de un Estado miembro como Turquía, que contraataca para defender su frontera.(AFP)
La decisión turca de bombardear el territorio sirio se conoció después de una reunión del primer ministro Erdogan con el ministro de Exteriores, Ahmet Davutoglu, y el jefe de las Fuerzas Armadas. Davutoglu, además, telefoneó al secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, y el viceprimer ministro Bülent Arinç invocó, sin nombrarlo, el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, que prevé la defensa colectiva ante un ataque contra uno de sus miembros. La OTAN, que el pasado año intervino durante meses en Libia, ha tratado hasta ahora de mantenerse al margen del conflicto sirio. (AFP)
Los líderes mundiales condenaron el ataque de Siria a Turquía pero pidieron moderación.
El secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, William Hague, dijo a Reuters que la respuesta turca era "comprensible" pero advirtió contra una escalada, mientras que la jefa de política exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, pidió a Siria que respete la integridad territorial de sus vecinos.
La canciller alemana, Angela Merkel, condenó las acciones sirias contra Turquía e instó a todos los involucrados a mostrar "sentido común".
La OTAN, en tanto, manifestó que respaldaba a Turquía, nación miembro del bloque, y reclamó a Siria que termine con las "flagrantes violaciones a la ley internacional".
Unas 30,000 personas han sido asesinadas en Siria, según activistas, en un conflicto con crecientes matices sectarios que amenaza con dispersarse internacionalmente entre las potencias musulmanas chiítas y suníes.
Turquía está albergando a más de 90,000 refugiados de Siria y teme un ingreso masivo similar al visto luego de la Guerra del Golfo de 1991, cuando medio millón de kurdos huyeron hacia Turquía. (Reuters)