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Artículo de Armando Regil Velasco para El Economista (25-XII-12)
Esta época del año resulta oportuna para hacer un balance sobre lo que hemos hecho, dejado de hacer y lo que queremos para el año entrante.
El final del 2012 se ha convertido en el principio de una nueva administración y esto nos plantea un desafío como ciudadanos. Más allá de lo que corresponde al gobierno, hay quienes ya se preguntan: ¿Yo cómo puedo contribuir a que México sea un país más libre, más justo, más próspero? ¿Qué puedo hacer desde mi propia trinchera?
Para entender la importancia de nuestras acciones, por más pequeñas que sean, resulta indispensable que entendamos un principio de nuestra propia evolución como seres humanos. Somos personas que dependen unas de otras, somos interdependientes.
No es necesario saber de física para entender la teoría de sistemas. La conclusión es reveladora: cuando cambia una parte de cualquier sistema, por más pequeña que sea, todo el sistema se modifica. La magnitud que esto representa es admirable y tiene que ver con esa interdependencia entre los seres humanos, entre tú y tu familia, tus amigos, conocidos, desconocidos, cercanos y lejanos. Todos, independientemente de nuestra raza, condición o género, dependemos unos de otros.
El mundo está conformado por distintos sistemas. Tu propio cuerpo es un sistema, tu familia, las universidades, las organizaciones, las empresas, los gobiernos, la sociedad, los países y el mundo son sistemas que, conforme aumenta el grado de complejidad, conforman uno solo.
Existen sistemas simples y complejos, somos parte de ellos. Por eso es tan importante que asimilemos que cuando uno de nosotros cambia para bien o mal, cambia ese sistema, nuestro entorno. El cambio positivo o negativo es inevitable.
Ante esta realidad, la teoría de sistemas es aplicable para responder la pregunta sobre qué hacer como ciudadanos sin menospreciar cualquier acción. México es nuestro país y nuestro hogar, representa ese sistema que puede y debe ser cambiado por ti y por mí. La próxima vez que tomes una decisión, considera que lo que hagas o dejes de hacer no solamente tendrá una repercusión en ti, sino en todo el entorno. El México en el que queremos vivir se construye hoy. Tú eres parte esencial de este cambio porque cuando cambias tú, cambia México.