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Miércoles 26 de diciembre.- La noticia inundó de tristeza a todo el zoológico de Buenos Aires y a los porteños en general: Winner, el único oso polar del parque, murió en la Nochebuena.
Según comunicaron, el animal no soportó las temperaturas extremas que, sumadas al estrés que le produjo la pirotecnia en Nochebuena, le provocaron un cuadro de hipertermia que determinó su deceso.
Miguel Rivolta, veterinario y director de bienestar animal del zoológico, le explicó a Clarín que el carácter “nervioso” del animal también influyó en el hecho.
“Suponemos por la necropsia que murió por una hipertermia. Esta se produce por dos factores, uno ambiental, que es el exceso de calor, y otro factor individual”, arrancó Rivolta.
El oso Winner había llegado al zoo porteño hace cuatro años.
“Este animal tenía un carácter un poco nervioso, aunque ya pasó varias fiestas acá con pirotecnia y demás. Qué motivó que entrara en un estado de excitación que llevó a la hipertermia no lo vamos a saber. Sí que hubo un factor externo que fue la temperatura”, siguió.
“Es raro porque fue el único animal, por lo que concluimos que debió haber un factor individual. No es que sólo los osos polares sufren el calor, un oso pardo también vive en zonas frías. Además, estos son animales nacidos en cautiverio, adaptados a un clima más templado", continuó el experto.
Según el especialista, no porque sea oso polar está condenado a morirse por las altas temperaturas. “Obviamente, son animales más sensibles, pero lo que no quiere decir que con las altas temperaturas se vayan a morir", relató Rivolta.
Winner tenía 16 años y era un animal joven, con un buen estado de salud en general. Lo encontraron muerto dentro del recinto, donde, según explicaron, existe una pileta chica para que el animal pueda refrescarse. “Por una cuestión de seguridad, los animales grandes se guardan de noche”, dijo el especialista.
“Los otros osos polares que existieron en el zoológico eran más tranquilos. Los de esta especie nunca dejaron de ser peligrosos, pero en comparación, éste era mucho más nervioso, lo cual creemos que eso es lo que predispone a este cuadro.
“Por ahora la idea es no reponer los osos polares”, contestó respecto de si se piensa en una nueva atracción. “Creemos que fue una época y hay toda una tendencia con los osos polares a nivel mundial de no reproducirlos. Creemos que no, salvo alguna situación muy particular”, concluyó.
El comunicado entero del Zoo en la página de Facebook:
“Con profunda tristeza, queremos comunicarles que en la madrugada de ayer murió nuestro oso polar, un animal muy querido por todos el personal del Zoo de Buenos Aires. El Zoo porteño ha tenido osos polares durante muchos años. Originalmente, estaban en la vieja osera con una pileta de 2.5 metros de diámetro que apenas permitía que el oso se bañara. Con el tiempo, fueron mejorando las condiciones de alojamiento y en el año 1993 se inauguró el actual recinto con una pileta de 145,000 litros, una paridera y tres bretes internos. Este recinto fue visitado por diferentes especialistas en manejo de animales de zoológicos y consideraron que cumplía con las condiciones internacionales para alojar a ejemplares de esta especie.
Respecto al carácter de Winner, podemos decir que era un oso con un temperamento nervioso que se manifestaba con estereotipos esporádicos. Con manejo, enriquecimiento ambiental y mucha paciencia y cariño, los cuidadores lograron disminuir estas manifestaciones. Lamentablemente, como consecuencia de los inusuales picos de temperatura, combinado con la pirotecnia del 24 a la noche y el temperamento nervioso del oso, dificultaron la normal termorregulación, llevando a la muerte del mismo. El diagnóstico presuntivo como resulta de la necropsia es muerte por hipertermia. La muerte por hipertermia tiene un contenido ambiental y otro individual asociado al temperamento del individuo. En un zoológico se convive con la vida y con la muerte y lamentablemente, hoy nos toca esto último”. (CLARÍN)