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Artículo de Philip Elmer-DeWitt en CNNExpansión
Lunes 11 de febrero.- En caso de que no estuvieras enterado, en estas dos últimas semanas han abundado los rumores en la prensa tecnológica sobre la computadora del tamaño de un reloj de pulsera que Apple podría o no estar preparando para lanzar al mercado, el barullo culminó el pasado fin de semana con un par de artículos publicados por el New York Times y el Wall Street Journal, dos de los medios más socorridos para filtraciones de Apple provenientes de la propia compañía.
La idea es que un dispositivo de muñeca se sincronizaría con tu smartphone y te ahorraría la molestia de tener que buscar en tu bolsillo para ver la hora, ver quién te ha enviado mensajes de texto, encontrar una dirección, etcétera. El Times - citando fuentes anónimas - informó que Apple está desarrollando un smartwatch o reloj inteligente basado en el ultradelgado y flexible vidrio Willow Glass de la empresa Corning. El diario agregó que la compañía ha estado conversando con Foxconn -su principal fabricante asiático- sobre la construcción de tal artefacto.
No tengo conocimiento interno de lo que Apple prepara, pero supongo que cuando el río suena, probablemente agua lleva.
Pero ¿por qué ahora? ¿Por qué estas filtraciones aparentemente coordinadas en el Times y en el Journal?
Tengo cinco teorías, que planteo en el orden de menos a más en cuanto a probabilidad:
1. Para desviar la atención de Google Glass. El 29 de enero, Google dio una sesión informativa secreta para desarrolladores sobre cómo escribir aplicaciones para un tipo diferente de ordenador portátil: uno que te da la información a través de una pequeñísima pantalla ubicada por encima del ojo. Tal vez. Sin embargo, Apple es una empresa muy insular que no suele reaccionar tan rápidamente a lo que la competencia está preparando.
2. Para impulsar el precio de las acciones de Apple. Wall Street castigó a Apple en otoño luego de que Tim Cook prometiera una serie de nuevos y emocionantes productos y entregó solamente mejoras incrementales de su existente línea de productos. Un iWatch puede ser justo lo que necesita para demostrar a los inversionistas que Apple no ha perdido su toque disruptivo. Puede ser, pero ¿desde cuándo a Apple le ha mortificado tanto el precio de sus acciones?
3. Para desviar la atención de iTV. Desde hace varios años se ha asumido que el próximo objetivo disruptivo de Apple sería la industria de la televisión. Pero eso es difícil de lograr si Hollywood no colabora. Apple podría obtener márgenes de beneficio mucho más altos de un smartwatch sin tener que negociar ningún complicado acuerdo de contenido. Todo esto es cierto, pero ¿por qué elegir este momento para romper la regla de Apple sobre no discutir los productos que todavía no se anuncian oficialmente?
4. Para desviar la atención de la distribución de efectivo. Las castigadas acciones de Apple protagonizaron una modesta racha alcista la semana pasada ante informes que sugerían que la empresa estaba a punto de repartir entre sus accionistas parte de sus 137,000 millones de dólares en efectivo excedente. Si ese pago es retrasado, o es inferior a lo que los inversionistas esperan, Apple podría querer suavizar el golpe. Pero una vez más, ¿desde cuándo le preocupa tanto a Apple lo que piensen los inversionistas?
5. Para frenar la galopante especulación sobre el iWatch. Si lees el artículo publicado la semana pasada por Bruce Tognazzini, antiguo diseñador de interfaz para Apple, podrías pensar que no hay nada que este reloj no pueda hacer. Su versión de un iWatch es que es un artefacto que sabe todas sus contraseñas, tiene un chip NFC para efectuar pagos móviles, monitorea tus signos vitales, sabe cuánto has caminado y cuántas vueltas has nadado, puede encontrar tus llaves del coche perdidas, pronostica el clima, corrige lo que está mal en Apple Maps y mucho, mucho más. La mejor parte: Nunca tendrás que quitártelo para recargarlo porque sus baterías se renuevan a través de las ondas radiales. Apple podría muy bien querer advertirnos que sus planes para el iWatch son bastante más modestos.