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CIUDAD DEL VATICANO, 12 de febrero.- Benedicto XVI lleva desde hace 10 años un marcapasos y hace poco menos de tres meses se sometió a una operación para cambiar su batería. El Vaticano ha confirmado la noticia, que hasta ahora se desconocía completamente. "Ha sido una intervención rutinaria, como aquella a la que se somete cualquiera que lleve un marcapasos", ha destacado Federico Lombardi, el portavoz de la Santa Sede. "Y desde luego no tiene nada que ver con la decisión del Santo Padre de renunciar", apostillaba.
Ha sido el periódico 'Il Sole-24 ore' el que esta mañana lanzaba la noticia de que Benedicto XVI lleva un marcapasos desde dos años antes de ser elegido Papa y que hace menos tres meses se sometió en la clínica Pío XI de Roma a una intervención para cambiárselo. La operación se realizó un sábado con completa discreción y el Papa se recuperó con normalidad, como lo demuestra el hecho de que retomara normalmente sus funciones como Pontífice y que al día siguiente de la intervención no faltara a la cita del Ángelus.
El Pbro. Georg Ratzinger, de 89 años, afirmó que la decisión de su hermano, Benedicto XVI, fue tomada meses atrás. “Él me (lo) dijo hace meses... pero ya lo había visto venir a causa de su salud, porque no dejaba de sentirse más viejo y más viejo. Ya sabes, en el pasado, la gente no hubiera llegado a tan vieja”. (dapd)
La operación para cambiarle al Papa el marcapasos la dirigió el cardiólogo Luigi Chiariello, director de la cátedra de cirugía cardiaca de la Universidad Tor Vergata de Roma y quien ya hace diez años se encargó de implantarle a Benedicto XVI su primer marcapasos.
En breve en El Vaticano se vivirá una insólita situación cuando un Papa conviva con un ex Papa, pero Lombardi ha indicado que no cree que eso suponga un problema para el nuevo Pontífice. "Al revés: el nuevo Papa se sentirá apoyado por la oración intensa de la persona que mejor en el mundo puede entender sus preocupaciones".
Respecto a la posibilidad de que con su decisión de dimitir el Papa busque mandar un mensaje claro a la curia, embestida por las luchas de poder y los problemas de gobernabilidad, el jefe de prensa del Vaticano ha dejado entrever que podría ser una de las causas, pero desde luego no la única. "El Papa es una persona realista que conoce muy bien cuáles son los problemas y dificultades. Pero es una persona que ve el mundo con gran amplitud, no con una visión limitada. Puede que haya valorado los problemas de gobernabilidad, pero sobre todo el papel de la Iglesia en el mundo", ha afirmado.
El portavoz de la Santa Sede ha destacado que, hasta que el próximo día 28 se haga efectiva su dimisión, Benedicto XVI "será nuestro Papa en plenas funciones y continuará adelante con su ministerio". En ese sentido, y como todos los martes, el todavía Pontífice dedica la jornada de hoy a estudiar, reflexionar y planificar su agenda. Mañana Ratzinger protagonizará la celebración del 'Miércoles de ceniza', que ha sido trasladada de la Iglesia de Santa Sabina a la Basílica de San Pedro. "La Basílica es mucho más espaciosa y es de suponer que muchos fieles, obispos y cardenales querrán venir a rezar con el Papa". El jueves, como es tradición, el Papa se reunirá con el clero romano. "En esta ocasión, el Papa hablará espontáneamente, sin seguir un texto escrito. Benedicto XVI tenía intención de hablar de su experiencia en el Concilio Vaticano II, pero habrá que ver si añade alguna otra cosa", indicó Lombardi. (EL MUNDO)