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CIUDAD DE MÉXICO, 22 de marzo.- La pobreza vinculada a los salarios aumentó 3.45% al cierre de 2012, debido a que el ingreso laboral per cápita de los mexicanos perdió 4.4% de su poder adquisitivo, lo cual significa que alrededor de 52.54% de la población no pudo comprar la canasta básica alimentaria, indica un nuevo reporte del Coneval.
Especialistas del Tecnológico de Monterrey y de El Colegio de México consultados por EL FINANCIERO, estiman que en términos absolutos el porcentaje de aumento de la pobreza laboral equivale a dos millones 701 mil 476 más mexicanos pobres por ingresos al cierre de 2012, por lo que el número de personas en esa condición ascendió a 60 millones 746 mil.
Para Eduardo Rodríguez-Oreggia, director del Doctorado en Políticas Públicas de la Escuela de Graduados en Administración Pública (EGAP) del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México, el incremento de la pobreza laboral se debe a la alta informalidad y a que hay un estancamiento en el desarrollo del mercado laboral que ha afectado el crecimiento de los salarios en términos reales.
Rosa María Rubalcava, investigadora de El Colegio de México (Colmex), señala que en 70% de los hogares de nuestro país la parte importante de sus ingresos proviene de los salarios.
"No hemos tenido una política de protección salarial. Nos olvidamos de ver cuántos trabajadores asalariados hay y de que un asalariado es el que trabaja para un patrón, entonces son los patrones los que deben revisar los sueldos de sus trabajadores."
La última actualización del Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP), que elabora el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), revela que al cuarto trimestre de 2012 alrededor de 52.54% de la población no pudo adquirir la canasta alimentaria con el ingreso de su trabajo.
Tal cifra es superior en 3.45% con relación al cuarto trimestre de 2011, cuando 50.81% de la población no podía adquirir con su salario los 32 productos de la canasta alimentaria, que incluye tortillas, pan, arroz, carne de res, pollo, leche, huevo, jitomate, frijol, azúcar, refresco, y alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar.
El Coneval pone en contexto que, basado en datos oficiales, durante 2012 la economía creció 3.9%, mientras que la tasa de desempleo se ubicó en 4.9%, un nivel similar al que se registró durante la crisis.
Cabe mencionar que el aumento de 3.45% de la pobreza laboral al cierre de 2012 es mayor que los incrementos reportados para 2011 y 2010, toda vez que al cierre de esos años el aumento de la pobreza vinculada a los salarios se elevó 2.2 y 0.69%, respectivamente.
El aumento de los mexicanos que no pudieron comprar la canasta básica se explica por la pérdida del poder adquisitivo de sus salarios.
Basados en el ITLP, el ingreso laboral per cápita de los trabajadores, deflactado con el índice de precios de la canasta básica alimentaria, cayó 4.4% al cierre de 2012, pues mientras en el primer trimestre de ese año el ingreso de los mexicanos fue de 952.70 pesos, para el cuarto trimestre bajó a 912.09 pesos.
Cuando el ingreso laboral per cápita se mide deflactado, se muestra la evolución del poder adquisitivo de ese ingreso con relación a la evolución de los precios de la canasta básica alimentaria de la medición multidimensional de la pobreza.
Al ingreso per cápita de los trabajadores no le va mejor si se mide con el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC). Bajo este parámetro, que muestra el avance del poder adquisitivo contra la evolución de la inflación, los salarios prácticamente se estancaron, ya que al inicio de 2012 el ingreso era de mil 96 pesos y al cierre del año fue de mil 79 pesos.
Los expertos apuntan que si bien la Cruzada Nacional Contra el Hambre es un esfuerzo para articular políticas públicas para reducir el número de pobres, falta que ésta vaya más allá de los apoyos asistenciales y que defina alcances a nivel regional.(El Financiero)