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CIUDAD DEL VATICANO, 23 de marzo.- El papa Francisco volvió ayer a dar muestras de su gran sencillez, al celebrar misa en la Casa de Santa Marta con unos 30 recolectores de basura y jardineros del Vaticano, a quienes sorprendió al sentarse junto a ellos durante el oficio religioso para realizar una plegaria personal.
Al Pontífice se lo vio sentado, solo, rezando en las sillas del fondo de la sala. El gesto cosechó emoción y elogios de los trabajadores presentes.
"Somos los invisibles. Encontrarse frente al Santo Padre, en una misa, para nosotros es una cosa que no sucede todos los días. Me daba vuelta y veía la cara de mis compañeros. Salimos todos con los ojos brillosos", contó a Radio Vaticana Luciano Cechetti, responsable del servicio de los jardines y la limpieza urbana.
"Fue una misa muy simple, con contacto directo con quien desde hace pocos días fue electo Pontífice. Le agradecimos tanto, especialmente cuando nos saludó al final. Fuimos presentados uno a uno y para cada uno de nosotros tuvo una palabra. Nos dijo a todos: «Recen por mí»", agregó.
En el medio de la misa, Francisco se sentó a rezar junto con los fieles, en medio de la sorpresa de todos. (L'Osservatore Romano)
Cechetti contó que varios de los trabajadores le pidieron visitar juntos los jardines del Vaticano y el Papa sólo hizo una señal de aceptación con la cabeza. "No dijo que no...", apuntó.
Los trabajadores que participaron en la misa en Santa Marta, donde hasta el momento vive el Papa, normalmente cumplen sus tareas en la Plaza San Pedro.
Anteayer, en cambio, en la celebración estaban presentes los empleados del mismo Domus de Santa Marta, dijo el vocero vaticano, Federico Lombardi.
"El Papa dio un breve pensamiento muy bello: si nosotros tenemos el corazón cerrado, si tenemos el corazón de piedra, las piedras llegan entre las manos y estamos listos a lanzarlas" y por ello es necesario abrir el corazón al amor, señaló Lombardi.
"Cuando nuestro corazón es una piedra, sucede que tomamos piedras verdaderas y lapidamos a Jesucristo en las personas de nuestros hermanos, en especial aquellos débiles. Por eso se requiere abrir el corazón al amor", sostuvo el Papa, comentando la lectura del día durante la misa, reportó el L'Osservatore Romano.
Ésta fue una misa abierta al público, algo que hizo que los especialistas vaticanos consideraran a Francisco como un papa de excepción.
Anteayer, en tanto, en la misa en Santa Marta hubo cocineros, secretarios y personal variado.
El vocero del Vaticano dijo ante la consulta de los periodistas que el Papa "por ahora vive" en la Casa de Santa Marta, donde ofició misa. (ansa)