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MÉRIDA, Yucatán, 25 de abril.- En Colombia, país conservador, con un 90% de católicos, el Congreso tumbó ayer el proyecto de ley sobre uniones de parejas del mismo sexo por 17 votos a favor y 51 en contra, en el segundo debate que se celebrara sobre el mismo en la sede legislativa. Predomina ahí la oposición al matrimonio homosexual, como puede verificarse hojeando los periódicos de la nación latinoamericana. Incluimos dos fotos de El Nacional (de un catolicismo estridente, con un curioso pleonasmo: "homosexuales del mismo sexo") y dos del neutro El Tiempo.
El borrador, dice Europa Press, ha sido rechazado en una sesión plenaria del Senado debido, sobre todo, a los representantes del Partido Conservador y del Partido de la 'U', que la semana pasada acordaron que se opondrían al matrimonio homosexual.
El senador Roberto Gerlein, abanderado del 'no' al proyecto de ley, ha considerado que el resultado de la votación "era de esperar porque las encuestas que se han hecho demuestran que Colombia es un país estruendosamente heterosexual".
"Colombia no es ningún país atrasado. En el Congreso se escucha la voluntad de los colombianos y esa voluntad hoy triunfó", ha dicho en la misma línea la senadora del Partido de la 'U' Claudia Wilches en su cuenta oficial de la red social Twitter.
En cambio, el senador Armando Benedetti, autor del proyecto de ley, ha lamentado la decisión del Congreso. "Parece que solo conoce los postulados de la Iglesia Católica. Tiene una fachada de catedral, pero por dentro es como una pesebrera", ha sostenido.
Si bien, ha subrayado que la votación en la sede legislativa "ha sido un entrenamiento" porque "la verdadera batalla por el título mundial se va a dar en la Corte Constitucional", de acuerdo con RCN Radio.
Entretanto, en la explanada del Congreso se han concentrado decenas de personas a favor y en contra del matrimonio homosexual a las que las fuerzas de seguridad han tenido que dividir y separar con vallas para evitar enfrentamientos.
El objetivo del proyecto de ley era cumplir con el fallo emitido por la Corte Constitucional en 2011, en el que reconoce a las parejas homosexuales los mismos derechos sociales y patrimoniales de las heterosexuales y ordena al Congreso a legislar sobre la matera antes del 20 de junio de 2013.
"El Congreso es a veces tan estúpido que termina quitándose el derecho a legislar para que la Corte Constitucional, que sí conoce los postulados constitucionales, vuelva a hacerlo", ha criticado Benedetti.
La decisión adoptada hoy por el Senado supone que a partir del 21 de junio los jueces, notarios y registradores civiles tendrán que decidir si autorizan las uniones homosexuales conforme a su criterio, ante el fallo constitucional y la falta de una norma jurídica.
"Esto significa que a partir del 21 de junio habrá caos, desorden y confusión porque unos (jueces, notarios y registradores civiles) dirán que sí y otros que no", ha explicado el autor del proyecto de ley.
En este contexto, tanto la judicatura como las direcciones generales de notarios y registradores civiles trabajan ya en documentos propios para orientar a sus miembros en las uniones civiles homosexuales sobre las que deberán decidir en dos meses.
Argentina y Uruguay son los únicos países de América Latina que han legalizado el matrimonio homosexual, aunque también está permitido en algunos estados de México, incluido el Distrito Federal, y en Brasil se reconocen las uniones civiles entre personas del mismo sexo.
En el resto del mundo, el matrimonio homosexual solamente está legalizado en España, Portugal, Francia, Bélgica, Suecia, Noruega, Dinamarca, Islandia, Países Bajos, Canadá y Sudáfrica.
Además, los parlamentos Reino Unido y Nueva Zelanda están considerando proyectos legislativos sobre matrimonio igualitario y se espera que los tres países legitimen dichas normas jurídicas a lo largo de 2013.
Es muy probable que el próximo mes de junio la Corte Suprema de Estados Unidos se pronuncie sobre dos causas: una sobre la prohibición del matrimonio homosexual en California y otra sobre la denegación de más de 1,000 tipos de beneficios y programas federales a matrimonios homosexuales.
La plaza de Bolívar, en Bogotá, volvió a ser escenario para quienes defendían y rechazaban el proyecto. La decisión del Congreso ayer, de hundir el proyecto de matrimonio igualitario, pone a andar los términos ordenados hace dos años por la Corte Constitucional para que las parejas homosexuales puedan legalizar su derecho a conformar una familia.
Como lo reveló EL TIEMPO el miércoles, los notarios ya tienen una propuesta del documento que firmaría la pareja y que en principio se llamaría “contrato de solemnización del vínculo marital entre personas del mismo sexo”. En la imagen, activistas contra el matrimonio gay al protestar ayer ante el congreso.