Por: Diana Paola Solís León

Como es bien sabido por la mayoría de los mexicanos, la obesidad infantil ha ido creciendo durante los últimos años de una manera sorprendente, al grado de alcanzar el segundo lugar a nivel mundial sólo por detrás de los Estados Unidos.

La obesidad no es solo una cuestión de alimentación, pues también tiene relación con las actividades que realizan día con día los infantes. Los tiempos han cambiado, convirtiendo nuestra sociedad en una sociedad cada vez más sedentaria, que busca realizar el mínimo esfuerzo para alcanzar lo que necesita y para realizar sus actividades cotidianas, y los primeros afectados son los niños en cuestiones de salud.

El sobrepeso y la obesidad no son solamente problemas de la actualidad, sino que también provocarán problemas a futuro porque generarán gastos para la nación en el área de la salud ocasionando un desembolso innecesario porque son problemas que se pueden prevenir con mucho tiempo de antelación.

De acuerdo a un artículo de la UNAM, uno de cada tres adolescentes, de los 13 a los 19 años, tiene obesidad y sobrepeso, situación que con el tiempo podría terminar provocando diabetes, un infarto al miocardio, cardiopatías, etcétera.

Es tiempo para que los mexicanos tomen cartas en el asunto; es tiempo de impulsar la práctica de algún deporte o realizar ejercicios que ayudan a evitar el sobrepeso, así como también cuidar la alimentación de los niños con una dieta balanceada.