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CIUDAD DE MÉXICO, 30 de abril.- Una escena típica sobre la captura de peligrosos miembros del crimen organizado dio pie a una campaña contra la publicidad engañosa y la obesidad infantil, encabezada por el colectivo artístico Puño y Tierra y Alianza por la Salud.
En un hotel de la Ciudad de México, ante distintos medios de comunicación, el primer actor Héctor Bonilla, quien caracteriza al líder de un grupo de agentes especiales –interpretados por los actores Bruno Bichir, Mauricio Isaac, Alejandro Calva, Jorge Zarate y Alfonso Borbolla–, presentó a cuatro de los más importantes miembros del “Cártel de la Chatarra”.
Se trata de: Toño, El Tigre; Ronald McDonald, El Payaso; Melvin, El Elefante, y el Oso, La Coca, a quienes se acusa de “violar los derechos de la infancia mexicana”.
Los cargos: manipular y engañar a los niños y niñas a través de la publicidad y mercadeo de sus productos e inducir el consumo de alimentos y bebidas que contribuyen a la expansión de la epidemia de obesidad entre este sector de la población.
De acuerdo con el comandante Bonilla, El Tigre, también conocido como “el señor del azúcar”, es acusado de añadir “altísimas concentraciones de azúcar” a su producto Zucaritas (40%) y de hacer creer a los niños, a través de su publicidad, que el consumo de su producto puede llevarlos al éxito en los deportes.
El reconocido primer actor presenta a los peligrosos criminales.
“Es responsable de desplazar de la dieta el consumo de avena y amaranto, entre otros cereales”, afirmó el comandante, ataviado con camisa blanca y pantalón, chamarra, corbata y gorra negra.
Ronald McDonald, El Payaso, opera en México desde 1985, añadió Bonilla, y cuenta ya con 400 establecimientos en todo el país.
“Incita a los niños al incluir juguetes en la Cajita feliz con la imagen de un payaso, fiestas infantiles, shows del payaso Ronald y mensajes de alegría en su mercadotecnia, a consumir alimentos con alto contenido de grasas, sodio y azúcares.
“Su empresa ha sido multada recientemente en Brasil por manipular con su publicidad a los niños a través de ‘regalos’ en su Cajita Feliz”, apuntó.
A La Coca, otro peligroso miembro del “Cártel de la Chatarra”, se le acusa de ser uno de los mayores responsables de la epidemia de obesidad y diabetes en el país, de introducir más de 12 cucharadas de azúcar en sus botellas de 600 mililitros de Coca Cola y de haber penetrado con su publicidad todos los rincones del territorio nacional.
“Su intensa campaña es la principal responsable de provocar que los mexicanos seamos los mayores consumidores de refrescos en el mundo”, acusó el comandante.
Además, dijo, se comprometió con la Organización Mundial de la Salud a no realizar publicidad a menores de 12 años, sin embargo actualmente varias de sus campañas las enfoca directamente a esa población.
Los mexicanos son los mayores consumidores de refrescos en el mundo, con un promedio de 163 litros por persona al año, y una de las poblaciones con mayores índices de obesidad y diabetes.
Melvin, El Elefante, responsable de distribuir mercancía constituida por más de 35% de azúcar y cuatro colorantes artificiales, tres de ellos asociados con la generación de hiperactividad y déficit de atención en los niños, fue presentado al último.
Se trata, apuntó el comandante, del segundo producto más publicitado para niños en la televisión.
Según los captores, los peligrosos capos violaron los compromisos que sus empresas tomaron ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Secretaría de Salud federal para abstenerse de realizar publicidad de bebidas y alimentos “chatarra” para menores de 12 años.
Y es que de acuerdo con organismos internacionales y nacionales, “los niños son muy vulnerables a las estrategias de engaño y manipulación que asocian el consumo del producto con un regalo, hazaña física o un personaje popular”.
Además, señaló Bonilla, existe evidencia que demuestra que a mayor exposición de la infancia a publicidad de comida chatarra y refrescos, existe un mayor índice de sobrepeso y obesidad.
Asimismo, agregó, la presencia desmedida de transnacionales en el ámbito alimentario es verdaderamente criminal.
“Celebro el intento de contrarrestar los millones y millones de dólares en publicidad de estas empresas, con la comunicación horizontal y la autoridad moral de quienes colaboran motivados por su conciencia social y no por intereses económicos. Las nuevas tecnologías son terreno fértil para el ingenio y el desvelo de las grandes mentiras publicitarias”, apuntó Bonilla.
Según Alma Meneses, coordinadora jurídica de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), “ese tipo de publicidad viola tanto la Convención de los Derechos de la Infancia como la Ley para la Protección de las Niñas, Niños y Adolescentes”.
Dicha ley señala que los contenidos transmitidos por los medios de comunicación deben contribuir al desarrollo social y la salud física de la infancia.
La publicidad, subrayó Meneses, viola también la Ley General de Salud que establece, que “la publicidad no deberá inducir a hábitos de alimentación nocivos”, y la Ley Federal de Protección al Consumidor, que obliga a la protección especial de la infancia como grupo vulnerable “frente a las estrategias engañosas de venta y publicidad”.
En la rueda de prensa también estuvo presente Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor (EPC), quien comentó que además de la OMS, hay una gran lista de instituciones internacionales que han señalado que este tipo de publicidad contribuye al deterioro de los hábitos de alimentación y a la epidemia de obesidad que afecta a la población infantil, lo que constituye otra violación a los derechos humanos de esta población.
Previo a la presentación de los presuntos capos del “Cártel de la Chatarra”, el comandante Bonilla dio a conocer el video sobre la captura de los capos, quienes fueron sorprendidos in fraganti durante una fiesta en la que corrió de todo: zucaritas, choco crispis, hamburguesas, papas y refrescos.
La mercancía también fue incautada y presentada ante los medios, junto con los peligrosos capos.
El testimonio en video de la captura está disponible en el sitio www.alianzasalud.org.mx y en Youtube.
De acuerdo con la Alianza por la Salud, el consumo excesivo de azúcar y alimentos con altas concentraciones de ese producto puede crear dependencia y ocasionar síntomas de abstinencia.
En un experimento con animales se detectó que después de un consumo intermitente de azúcar se presentaron síntomas somáticos como rechinido de dientes, temblores y dolores de cabeza.
Al consumir azúcar, ésta libera opioides y dopamina, y cuando deja de suministrarse se crean síntomas de abstinencia, más o menos de la misma manera que cuando se deja de consumir morfina y nicotina.
Según el organismo, los refrescos contienen altos niveles de azúcar. Así, una botella de 600 mililitros de Coca Cola, por ejemplo, contiene el equivalente a 12 cucharadas de azúcar.
Estudios han determinado que el azúcar es altamente adictiva.
Actualmente los mexicanos son los mayores consumidores de refrescos en el mundo, con un promedio de 163 litros por persona al año, superando incluso el consumo de alimentos básicos como leche, huevo, carne, frutas y verduras.
Eso, a su vez, ha provocado que sea unos de los países con mayores índices de obesidad y diabetes, y que tenga una de las tasas de mortalidad por diabetes más altas a escala internacional.
Durante el gobierno de Felipe Calderón, 500 mil muertes fueron causadas por diabetes. Actualmente México ocupa el sexto lugar mundial y el tercero en el continente americano en mortalidad por esa enfermedad.
Desde el 2000 es la principal causa de muerte en México, ya que ocasiona 17.2% de ellas. Cada hora se diagnostican 38 nuevos casos de diabetes y cada dos horas pierden la vida cinco personas a causa de complicaciones originadas por la enfermedad. (Proceso)