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Ante el inicio adelantado de la influenza estacional y su posibilidad de confundirla con otro virus circulante en Yucatán, como el dengue, lo más recomendable es acudir al médico para su correcto diagnóstico y tratamiento, especialmente en niños y ancianos, quienes corren más riesgos por complicaciones, advirtió el Dr. Miguel Ángel Gamboa y Gamboa, pediatra infectólogo de la Clínica de Mérida.
Agregó que la influenza estacional —una infección respiratoria aguda que se caracteriza por presentar síntomas de congestión nasal, enrojecimiento ocular, dolor garganta, fiebre y en algunos casos ataque al estado general, como decaimiento, dolor de cuerpo— al complicarse con la presencia de la bacteria de neumococo, que genera bronconeumonía, se convierte en una causa de mortalidad en niños y ancianos.
—El problema es que, aunque desde el punto de vista médico es diferente al virus del dengue (que produce fiebre, ataque al estado general con dolor de cabeza, ojos, cuerpo y pocos síntomas respiratorios, como congestión nasal y tos) la gente puede confundirlos y medicarse incorrectamente.
Añadió que la población debe estar alerta ya que la influenza estacional puede estar presente por varios meses, incluso hasta febrero.
Entrevistado en su consultorio, el Dr. Gamboa y Gamboa destacó que, a diferencia de años anteriores, cuando la influenza estacional se presentaba en época invernal, el virus se adelantó, ya que desde mediados de agosto se están presentando casos.
Manifestó que en Yucatán puede haber un subregistro de casos de influenza estacional debido a que la Secretaría de Salud sólo está captando los casos de los hospitales y clínicas públicas, pero no de las privadas, como se hizo el año pasado con el virus del H1N1, porque "se ha bajado un poco la guardia".
Dijo que, en su consultorio, ha notado un aumento del número de pacientes en relación con el año pasado, por esta causa. También puede deberse —agregó— a una mayor consciencia por parte de la gente y por las pruebas rápidas para detectar la enfermedad. La evolución de la influenza es de unos diez días y no se le considera una gripe o un catarro, como mucha gente cree, sino un resfrío.
Indicó que el número de casos de influenza estacional también puede deberse a que las autoridades gubernamentales aún no inician la vacunación anual, a pesar de que el virus está circulando con mucha anticipación.
En cuanto a la influenza estacional, explicó que su propagación depende mucho del clima y de la convivencia en lugares cerrados; ello hace más fácil el contagio de enfermedades respiratorias.
Precisó que se contagia por la vía áerea, es decir, a través de micropárticulas que se expelen al hablar, al estornudar o toser, haciéndola extremadamente contagiosa. También se contagia al tocar cosas que la persona enferma ha tocado.
-Si ya se tiene la influenza estacional lo mejor es el reposo y no convivir con otras personas, procurarse suficientes líquidos y cuidarse de los cambios bruscos de temperatura para no agregar infecciones respiratorias, como la bacteria del neumococo, que en niños y ancianos puede generar bronconeumonía, una de las causas de mortalidad. Sin embargo, lo más recomendable es vacunarse.
Destacó que la vacuna tradicional, que cambia cada año, de este año es la 2010-2011 e incluye el virus circulante del año pasado, H1N1. Su protección es por un año de protección ya que va cambiando por el virus.
Sobre las reacciones, dijo que sí tiene, pero son secundarias, como dolor leve y malestar, pero rara vez ocasiona fiebre o ataque general. Empieza a proteger a las dos semanas de su aplicación, por lo que no garantiza evitar la enfermedad antes de ese tiempo.
—No son capaces de producir gripe o influenza y cuando la gente se vacuna y se presenta la influeza es porque fue contagiado por una persona enferma
Comentó que esa confusión sobre la reacción a la vacuna, que se da entre algunos médicos, ha ocasionado la falta de aprovechamiento del biológico.
Finalmente, recomendó inmunizarse al momento en que se tenga la vacuna, no minizar los catarros en niños y en ancianos, acudir al médico ante sospecha de una cuadro catarral fuerte y presionar a las instituciones de salud para que utilicen lo más pronto posible la vacuna para disminuir la epidemia. L.I.