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Annalee Seath da a conocer inquietantes noticias de Uzbekistán que dicen que el gobierno está esterilizando a las mujeres contra su voluntad. Esto, aun cuando Uzbekistán ya tiene índices de fertilidad por debajo del nivel de reemplazo.
El gobierno de Uzbekistán está acusado de dirigir un programa clandestino para esterilizar a las mujeres de manera forzada, posiblemente como forma de cumplir con los objetivos de mortalidad materna de la ONU. El Servicio Mundial de la BBC da a conocer esta tendencia preocupante de esterilizaciones forzosas y cupos obligatorios para los médicos
La noticia se conoce a pesar de que el gobierno uzbeko declara que las esterilizaciones no podrán efectuarse sin el consentimiento informado de la paciente. Sin embargo, profesionales médicos informan que se les entrega planes anuales que indican a cada uno de ellos el número de mujeres que se espera que reciban métodos anticonceptivos y que sean esterilizadas.
Fuentes médicas afirman que la presión es especialmente fuerte para los profesionales de áreas rurales de Uzbekistán, donde se exige a algunos ginecólogos que realicen hasta ocho esterilizaciones por semana.
Existe un cupo. Mi cupo es de cuatro mujeres por mes, dijo un ginecólogo de la capital uzbeka a la BBC.
Los relatos ponen de manifiesto la facilidad con la que se cruza la línea entre el consentimiento informado y la coerción en manos de un gobierno conocido por sus violaciones de los derechos humanos y su agenda de control demográfico.
En teoría, las esterilizaciones deberían ser voluntarias, pero realmente no se da opción a las mujeres, afirma un médico directivo de un hospital provincial, que prefirió permanecer en el anonimato.
Es muy fácil manipular a una mujer, especialmente si es pobre. Puedes decir que su salud se resentirá si tiene más hijos. Puedes decirle que la esterilización es lo mejor para ella. O puedes, simplemente, realizar la operación.
Las mujeres manifestaron no saber que habían sido esterilizadas hasta que enfrentaron complicaciones inesperadas tras el embarazo o al intentar posteriormente quedar embarazadas (y fracasar).
Más allá de la polémica sobre la esterilización impuesta por el gobierno, el verdadero misterio es por qué el gobierno perpetúa la política, particularmente dado lo mucho que ha disminuido el índice de fertilidad del país. Según Unicef, el índice total de fertilidad de Uzbekistán cayó de 6,5 niños por mujer en 1970 a 2,4 en 2010.
En la actualidad, el Libro Mundial de Datos de la CIA computa sólo 1,86 niños nacidos por mujer, lo cual se encuentra muy por debajo del nivel de reemplazo de 2,1 niños por mujer.
Además del bajo índice de fertilidad, el país enfrenta una disminución demográfica a causa de la emigración. Con una población de alrededor de 28 millones de habitantes, Uzbekistán sufrió una pérdida neta de 779.200 personas en 2010.
Aparte de la agenda de control demográfico, podría haber otra teoría. Médicos y activistas internacionales de derechos humanos especulan con que las medidas de esterilización son una táctica para disminuir la mortalidad materno infantil y mejorar la clasificación internacional de Uzbekistán en esa área. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU enfatizan la reducción del índice de mortalidad materna en tres cuartos para 2015.
Es una fórmula simple: menos mujeres dan a luz, menos de ellas mueren, dijo un médico a la BBC.
Uzbekistán parece estar obsesionado con los números y con los rankings internacionales, afirma Steve Swerdlow, director de Human Rights Watch para Asia Central. Creo que es típica de las dictaduras esa necesidad de construir una narrativa edificada sobre algo que no sea la verdad.
Pero el fantasma cada vez menor de la mortalidad materno infantil no mitiga el dolor de las mujeres a quienes se quitó la posibilidad de tener más hijos, como lo relata la reportera de la BBC, Natalie Antelava: Nigora está entre las muchas para quienes la esterilización forzada es una realidad. Tuvo una cesárea de emergencia. Un día más tarde, se le dijo que había sido esterilizada. Ese mismo día, su recién nacido falleció. Nigora tiene 24 años y jamás tendrá hijos.