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A partir de hoy solo faltan 23 días para que en México se cometa el error más grave en la historia reciente: interrumpir el proceso de transformación en una nación de verdad. Es un proceso que comenzó, a medias, desde 1992-93, cuando fue aprobado el TLC.
El proceso de cambio de México para convertirse en una nación de verdad, comenzó a tomar forma definitiva con el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León. Es durante los dos últimos regímenes panistas, sin embargo, que el proceso se transforma en una realidad que ya parecía no tener vuelta atrás.
Por desgracia, el destino nos está mostrando que cualquier cosa podría suceder. Y de todas esas, la peor es la que está sucediendo: la panista Vázquez Mota no parece tener el apoyo popular que necesita para ganar la presidencia de México. La historia de México se ensuciará de una lamentable interrupción.
Vicente Fox Quesada, el presidente panista 2000-2006, dice que “todo está bien” y que el PRI, de regreso a Los Pinos, “no es ningún problema”. Según él, ese autoritarismo de los años de gobierno del PRI, ya no se volverá a dar. Tal parece que lo que de verdad tiene feliz a Don Vicente, es que el candidato de la izquierda está muy lejos —pero en segundo lugar— del candidato del PRI.
En 2006, el candidato de la izquierda le envió públicamente el mensaje ¡Cállate, chachalaca! a Vicente Fox, siendo este presidente de México. ¿Saben ustedes lo que le hubiese pasado a cualquier persona que osara referirse así al presidente de México, cuando el cargo lo ostentaba López Portillo, De La Madrid, Salinas o Echeverría? Probablemente ya no estaría vivo.
La ciudad de Mérida fue gobernada por gente del PAN durante 19.5 años. Durante este tiempo jamás se llegó a un nivel ni siquiera mínimo de endeudamiento. Las calificaciones crediticias internacionales de Mérida llegaron a ser de las más altas en toda América Latina. Cuando el último alcalde panista salió de Mérida, dejó más de mil millones de pesos en caja —dinero no comprometido. Durante sus últimos dos años se lograron pavimentar en Mérida más de 300 km de calles.
Entró el PRI y durante sus últimos dos años alcanzó a pavimentar 17 km. Así es: de más de 300 (como 343) km a ¡17 km! Pero las cosas son aún más graves. Se está yendo el gobierno priista dejando una deuda de más de mil doscientos millones de pesos. Y ojalá se tratara de obra “buena y útil”. ¡Nada qué ver! Se trata de, por lo menos $480 millones en un contrato de unas lámparas que ni dan la luz que se necesita ni duran el tiempo que se contrató. Además, debe casi $60 millones a las empresas que recolectan la basura; estas ya han declarado que están a punto de comenzar escalonamientos en no recolectar.
¿Cómo te quedó aquello de que “todos son iguales”? Mucha gente se llena la boca de… ¿de qué? ¿De estupidez? En fin, dicen “todos son iguales”. ¡Si Chucha! Les decimos los que estamos viendo las diferencias reales, contundentes.
¿Y qué podemos decir entre el gobierno del PAN 2001-2007 y el del PRI 2007-2012? Las comparaciones en este asunto se vuelven brutales, escalofriantes. Recibieron la caja con $5 mil millones que les dejó don Patricio. Están dejando deudas por más de $7 mil millones, para pagar en 25 años. Pero, ¿y cuál fue la obra?
Es difícil entender cómo un pueblo usa tan irracionalmente su “poder del voto” como lo que vemos a nivel del estado de Yucatán, pero peor aún lo que vemos en Mérida. ¿Por qué cambiaron al panismo en el ayuntamiento? ¿No sabían que se trataba de uno de los más altamente calificados gobiernos municipales en todos los países de habla hispana? ¿Por qué no lo sabían?
Yo sé por qué no lo sabían: la prensa local. Esta no quiso que los de Mérida y los de Yucatán lo supieran. Se escondió el tema cuidadosamente. Tenemos un extraño tipo de prensa: busca que la ciudad y el estado se pudran con políticos corruptos para que ellos puedan vender más ejemplares.
¿Qué va a pasar a nivel nacional? Pues allá tenemos las encuestas: Josefina Vázquez Mota está todos los días estancada con 23%-24%, en tanto que López Obrador y Peña Nieto ascienden. Este le lleva como 20 puntos a López y los dos van subiendo parejos, dejando a la panista atrás.
¡Uy, sí, qué mal gobierno hizo el PAN! Sí, ¿verdad? Los mexicanos fuimos víctimas del maquiavélico proceso de convertir verdades en mentiras y mentiras en verdades durante los 11 años que el PAN estuvo en el gobierno federal. Diario se le hacía ver a la opinión pública cada detalle rebuscado de cosas que pudieran merecer alguna crítica. Pero jamás pusieron con claridad que solo fueron los diputados del PRI y del PRD los que se opusieron a que las reformas legislativas se aprobaran.
Tampoco dijeron que con o sin reformas, el gobierno panista había logrado crecimiento real, acorde con la inversión. Esta no dejó de fluir, aunque no lo hizo como lo hubiese hecho en caso de que las reformas se hubiesen logrado. Durante estos 11 años, la reserva de divisas —que es la más clara medida de solidez internacional de una economía— subió de US$20 mil millones a US$155 mil millones al día de hoy (junio 8 de 2012).
El combate al crimen organizado, que debió haberse manejado como mérito, representativo de anti corrupción, se manejó ¡exactamente al revés! Todos los días se habló de los muertos —criminales que se matan entre sí— como si el culpable o el responsable fuera el gobierno federal.
El clima general social es una porquería, un verdadero asco. Los comentólogos se llenaban la boca hablando de los “diputados inútiles”, jamás haciendo la clara diferencia entre los diputados del PAN y los de los otros partidos que se opusieron a las reformas. Jamás se le hizo al público mexicano entender la gran diferencia entre unos y otros. Se les puso a todos como malos. Se le engañó al pueblo mexicano y hoy este sale a las urnas con un voto producto de la mentira, el engaño, la falsedad, la calumnia. Un voto que se le revertirá y que hará que su país retroceda mucho de lo que ya había avanzado.
Este artículo no es partidista: pero sí es realista. Lo que estoy haciendo aquí es describiendo una realidad indiscutible. Estos son los hechos que realmente se dieron. Todo lo demás es politiquería barata. Lo que va a pasar en México solo se entiende yendo a la realidad de los hechos.