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CIUDAD DE MÉXICO, 8 de junio.- La incertidumbre que reina a escala internacional, con su epicentro en la crisis de la banca española y los problemas de solvencia de Grecia, se han manifestado a través de la volatilidad de la cotización del peso frente al dólar.
La depreciación del peso frente a la divisa estadunidense ha generado llamados a que se revise el régimen de libre flotación, cuyo mecanismo establece la cotización del peso de manera natural por la oferta y la demanda.
“La moneda mexicana se deprecia porque todos quieren dólares para sacar sus activos del país (…). Es muy probable que muchas empresas norteamericanas o europeas quieran concentrar sus recursos en sus casas matrices o tener inversiones más seguras en bonos del Tesoro de Estados Unidos”, explicó Mario Cancino, director de Inteligencia Pública, empresa de consultoría para finanzas públicas.
Sin embargo, el mecanismo de subastas que aplicó el Banco de México el pasado 31 de mayo comenzó a revertir la tendencia, al evitar que la falta de liquidez en el mercado de dólares contribuyera a la apreciación de la moneda mexicana.
En la jornada de ayer el dólar en ventanilla cambiaria se vendió en 14.10 pesos por unidad en promedio en los bancos del país. El tipo de cambio spot (al mayoreo), de acuerdo a datos del Banco de México, finalizó en 13.9650 unidades a la venta, lo que implicó para la divisa un avance de 1.13 por ciento o 15.97 centavos.
La moneda mexicana ya acumula cuatro jornadas de apreciación frente al dólar, por lo que tiene una recuperación de 2.70 por ciento y se ubicó por primera vez por debajo de los 14 pesos por divisa estadunidense.
El esquema mediante el cual el banco central busca evitar una excesiva volatilidad, o que la moneda mexicana sea presa de la especulación de corto plazo, son las subastas.
“Para mí es una señal de que los bancos, los inversionistas, no están tan confiados de que el tipo de cambio siga subiendo constantemente”, dijo Gordillo.
Por ello el Banxico ha logrado transmitir que la volatilidad es temporal y que “no se requieren tantos dólares”, agregó Oscar Jiménez, gerente de la Dirección de Análisis Económico de Casa de Bolsa Multiva.
La mayoría de los países utilizan el régimen cambiario de libre flotación, sujeto a la oferta y demanda de dólares, para determinar el valor de las monedas nacionales.
El intercambio de la divisa está determinado por los movimientos de la balanza de pagos, principalmente a través del intercambio comercial internacional, la transferencia de remesas, la inversión extranjera directa y la compra de activos financieros.
“El tipo de cambio flexible cuadra a la balanza de pagos”, dijo Raúl Feliz, especialista del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).
Sin embargo, una de sus desventajas es la inestabilidad que genera “por el cambio de sentimientos en la inversión global”.(EXCELSIOR)