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Piero Tozzi informa sobre un impactante congreso provida realizado en Polonia con expertos en derecho y académicos.
Académicos y profesionales europeos y estadounidenses provida se reunieron a fines del mes pasado en la Universidad de Varsovia en un congreso sobre Fundamentos intelectuales y recursos jurídicos para la protección de la vida humana en la etapa prenatal. La reunión contó con el Alto Patrocinio Honorario de Su Alteza Real la Gran Duquesa de Luxemburgo y el Patrocinio Honorario de Su Alteza el Duque Paul de Oldenburg.
Organizada por el Centro Jurídico Ordo Iuris de Polonia y el Rule of Law Institute, el congreso tuvo su génesis el año pasado en la estrecha derrota de una iniciativa popular que proponía un proyecto de ley cívico que hubiera eliminado las excepciones de la prohibición general del aborto en Polonia. Aleksader Stępkowski, de Ordo Iuris, profesor de derecho de la Facultad de Derecho de la Universidad de Varsovia y uno de los principales organizadores del congreso, advirtió la necesidad de instruir a los legisladores y al público sobre la importancia de proteger la vida en todas las etapas de desarrollo, ya que el aborto parece ser sólo el primer paso hacia la denegación de la protección de la vida también para quienes ya han nacido pero que de algún modo son personas dependientes.
Varias presentaciones se refirieron al carácter de la vida prenatal en la legislación interna polaca y en la jurisprudencia constitucional. Olgierd Pankiewicz abordó un artículo del derecho penal que permite el aborto en caso de discapacidad o de anomalía fetal: La propia premisa de la ley (la reacción de la ley ante la enfermedad y el sufrimiento)... es evidentemente eugenésica.
La naturaleza discriminatoria del aborto eugenésico hace que estén dadas las circunstancias para que la excepción sea rechazada.
De hecho, tras el fracaso el año pasado de una gran reforma de las normas vigentes, los legisladores provida del Sejm (Parlamento polaco) restringieron sus esfuerzos para centrarse en la eliminación del aborto eugenésico durante el actual período de sesiones legislativas. La semana pasada, en una importante votación, se aprobó el proyecto de ley de reforma con un amplio margen de 18 votos, con lo que pasó a la próxima instancia, en la que será debatido en el comité antes de ser sometido a la votación de la cámara baja en su conjunto.
Aunque era evidente la preocupación del congreso por el desarrollo de la legislación polaca, el planteamiento jurídico comparado garantizaba que los trabajos generados tendrían aplicación más allá de los límites de Polonia. Los ponentes abordaron los avances jurídicos que afectan el derecho a la vida en Alemania, Hungría, Austria y Estados Unidos.
Uno de los temas analizados estaba relacionado con la interacción entre la legislación interna y las instituciones que protegen la vida y las leyes blandas transnacionalistas, que los activistas a favor del aborto que exigen la liberalización de la práctica mencionan frecuentemente. Nikolas Nikas, del Bioethics Defense Fund presentó un panel sobre derecho internacional que contó con la presencia de Jane Adolphe, de la Universidad Ave María, Stefano Gennarini, del Catholic Family & Human Rights Institute (C-FAM, editor de Friday Fax) y Piero Tozzi, de la Alliance Defending Freedom.
Otro de los conferenciantes fue Francisco Javier Borrego Borrego, ex miembro del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El magistrado es famoso en los círculos legales polacos por su contundente oposición en el caso Tysiąc contra Polonia, referido a un aborto terapéutico supuestamente necesario para salvar la vista de una mujer. Para conseguir el resultado deseado, la politizada mayoría hizo caso omiso de un documento en el que ocho peritos determinaban que el deterioro de la visión de la mujer no estaba relacionado con su embarazo, reconoció la opinión de un médico clínico que aconsejaba el aborto y determinó que Polonia había violado el derecho a la privacidad según la Convención Europea de Derechos Humanos.
Esta clase de activismo judicial de los tribunales supranacionales orientado a los resultados eleva derechos subordinados por encima de los verdaderamente fundamentales, menoscabando en última instancia el estado de derecho. El congreso de Varsovia intentó reorientar el debate volviendo a centrarse en el fundamento de la auténtica dignidad humana, recordando que sin respeto por el derecho a la vida, ningún otro derecho está asegurado.