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PARIS, Francia, a 31 de mayo del 2013.- Francia prohibirá fumar cigarrillos electrónicos en lugares públicos, imponiendo las mismas restricciones que rigen desde el 2007 para combatir el tabaquismo tradicional, dijo el viernes la ministra de Salud, Marisol Touraine.
"Según las constituciones de los distintos países casi todos podrían aplicar este convenio en sus constituciones salvo EE UU. En este país, es más dificultoso debido a la Primera Enmienda "que defiende la libertad de expresión sin diferenciar entre la individual y la comercial" por lo que es complicado".
En medio de la creciente preocupación global por las implicancias de los cigarrillos electrónicos sobre la salud pública, Touraine dijo que estos dispositivos enfrentaban el mismo destino que el tabaco en su forma tradicional: la veda a fumar en espacios públicos y el bloqueo a la publicidad en los medios.
En un país donde el humo del tabaco parecía una parte indisociable de la cultura en las cafeterías, los fumadores han quedado confinados desde hace algunos a las zonas al aire libre.
La alternativa electrónica prácticamente inolora "que consiste en un dispositivo a batería que permite a los usuarios inhalar nicotina sin olor que emite vapor en lugar de humo" está ganando terreno en lugares en los que está prohibido fumar, como bares, cafeterías, trenes, salas de espera y oficinas.
El consumo de tabaco es un factor de riesgo en seis de las ocho principales causas de defunción en el mundo".
Un informe solicitado por el Gobierno indicó esta semana que alrededor de 500,000 personas en Francia han optado por los cigarrillos electrónicos "que lucen como los tradicionales aunque algunos vienen en diferentes colores" y recomendó prohibir su uso en público.
Funcionarios de salud en muchos países indican que el impacto de los cigarrillos electrónicos sobre la salud debe ser mejor estudiado.
Otra preocupación que citan es que la alternativa electrónica incrementará la tentación general de fumar, incluso incitando a los que ya dejaron el hábito a volver a empezar, o a que los fumadores los usen junto con, y no en lugar de, los cigarrillos comunes.
En el mundo mueren cada año seis millones de personas a causa del tabaco, unos 600.000 son fumadores pasivos.
"Este no es un producto cualquiera porque alienta la imitación y podría promover el inicio del tabaquismo", dijo Touraine, que anunció sus planes en una conferencia de prensa.
En Estados Unidos, el número de fumadores que probó cigarrillos electrónicos se duplicó a 1 de cada 5 en el 2011, y la cantidad de adultos que los probaron también creció al doble, ubicándose en el 6%, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por su sigla en inglés).
En Francia, un país con 66 millones de habitantes, el Gobierno dice que el tabaquismo mata a 66,000 personas al año y que otras 5,000 mueren por exposición al humo de segunda mano. ( El Economísta)