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Congela tus sopas en los tantos que usas para tu familia, así puedes fraccionar tu producción para varios dias.
Para hacer una buena base para tus sopas, puedes usar cualquiera de los siguientes productos:
Sopas en latas: tomate, o espárragos o champiñones, tomates enlatados, jugo de tomate o V-8; caldo de pollo enlatado: caldos caseros, cubitos de caldo de pollo, un poco de tocino, jugo de almeja.
Usa los restos de tus comidas en sopas. Mete tus sobras al congelador y úsalos en diferentes sopas, agregándoles otros vegetales o carnes.
Recuerda que el equilbrio de sabor lo da la sensación en la lengua, sin mente, en tus cuatro sabores básicos: dulce en la punta, salado al centro, agrio en los lados y amargo atrás.
Para sopas súper rápidas puedes usar enlatadas como la de champiñones, tomate, caldo de pollo.
Ten fe en usar todos los ingredientes que tengas a la mano; no tengas miedo en agregar un chorrito de vinagre, o un chorrito de salsas de soya, o alguna salsa rara que nunca uses. Si sabes sazonar con el método la de la sensación de lengua, no tendrás frustraciones y terminarás haciendo una creacion maestra, irrepetible pero deliciosa.
Para licuar tus sopas, empieza con un poco en la licuadora, y luego le quitas la tapa a la licuadora y la dejas que siga funcionando, y con el cucharón vas agregando sólidos y caldo, y al mismo tiempo vas quitándole sopa licuada, que puede ser colada o no.
Se pica la cebolla en juliana delagada y se pone a acitronar con la mantequilla. Luego se agega el resto de los ingredientes hasta la sasla inglesa. Se deja hervir.
Se echan las sopas a los tazones, se pone el pan tostado flotando encima, se cubre con el queso y se meten al horno a que se gratinen. Se sirven calientes con el queso derretido encima.
Si tiene broiler —calor de arriba hacia abajo— se puede gratinar el queso para que se dore.
¡Buen provecho!
Rochef Gourmet