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La razón histórica del surgimiento del PRI fue la institucionalización de los cacicazgos regionales. La necesidad de constituir árbitros en cada región para resolver las disputas que surgieran, pero dependientes en todo momento, del poder decisorio y absoluto: el presidente de la república, el verdadero juez supremo.
No es nada nuevo que en Yucatán existan los gobernantes títeres, resignados a constituirse en cajas de resonancia, repetidoras de la voluntad del marionetista auténtico. No en balde en otros tiempos, no tan lejanos, se acuñó la frase: en Yucatán gobierna cualquiera, pero el que manda es Cervera.
Así pues, hubo muchos políticos locales que tuvieron que conformarse con el desairado papel de mayocoles del amo, de tristes intérpretes de su voluntad y que pudiendo ser y hacer por si mismos, se marginaron o fueron relegados a un plano secundario.
No olvidemos que Víctor Cervera fue un producto generado a partes iguales por Augusto Gómez Villanueva y el cacique campechano Carlos Sansores Pérez, dicen que la historia se repite y en esta ocasión, con su sobrina ocurre cosa similar, toda vez que es fruto de la intervención de Félix González Canto, gobernador de Quintana Roo y de Enrique Peña Nieto, impulsado por el poderoso grupo Atlacomulco, que forjara Carlos Hank González y caracterizado por su tenebrosa historia en los sótanos de la política nacional, en su afán de hacerse del poder.
Tan que esta situación es real, que para la debida guarda de sus intereses, los atlacomulcos enviaron como avanzada a Gabriela López y Ulises Carrillo, verdadera pareja detentadora del poder y quienes verdaderamente determinan qué es lo que se hace o no, en Yucatán. El buen Ulises es vox populi que desprecia abiertamente a nuestros paisanos, como se pudo constatar por la escasa asistencia de integrantes del gabinete a la ceremonia de su enlace con una funcionaria federal.
Es francamente lamentable que a estas alturas del partido, gente de fuera nos venga a decir a los yucatecos qué debemos hacer, nos venga a imponer otros modos de vida, otras formas de pensar. Es muy triste, que en su avidez por no soltar la ubre presupuestal, exista quien no vacile en postergar los intereses de sus paisanos para favorecer a gente ajena, desconocedora de nuestra idiosincrasia.
¿Permitiremos los yucatecos que en Toluca se decida nuestro futuro?, ¿permitiremos que el eje Chetumal- Toluca determine el nombre de la persona encargada de gobernar la capital del sureste y resuelva el destino que nos toque vivir a los meridanos y a nuestros hijos? No creo que un solo yucateco, un solo meridano bien nacido esté de acuerdo. Recordemos esto al momento de emitir nuestro voto.
POST SCRIPTUM.- Habida cuenta de las acciones emprendidas contra quienes se atreven a externar su desacuerdo de cualquier manera que esto sea, responsabilizo a Ivonne Ortega Pacheco y a los integrantes de su gabinete, de cualquier atentado a mi vida, propiedades o las de mi familia, pero sepan bien todos que ya no hay miedo. ¡Todos con el PAN, todos con Beatriz!
Dios, Patria y Libertad