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Siempre ha sido un negocio, advierte el Movimiento Ciudadano Contra el Alza de la Tarifa del Transporte Público.
Rafael Gamboa Moguel del Movimiento Ciudadano Contra el Alza de la Tarifa del Transporte Público denunció que la credencialización que realizan algunas escuelas con anuencia de la Secretaría de Educación estatal es un verdadero negocio.
Señaló que las escuelas particulares suelen vender las credenciales para el transporte a precios que van de $40 a $80 —dependiendo de la escuela— aunque no hay ningún decreto o ley que autorice ese cobro.
En visita a Artículo 7, dio a conocer que ante esta situación acudió a varias instancias estatales para saber en qué fundamento legal se apoyan las escuelas para hacer ese cobro y sobre todo, para indagar el destino de esos recursos.
—Me estuvieron dando evasivas y haciendo que diera vueltas, pero ni siquiera en la SEP me dieron respuestas; al contrario, el secretario de Educación estatal, Raúl Godoy Montañez, se portó grosero, nefasto y cerrado.
Dijo que ante esa cerrazón solicitó a la Unidad de Acceso a la Información Pública del Estado (UNAIPE) le informe sobre el argumento legal en el que se basan la SEP y algunas escuelas particulares para cobrar por una credencial de descuento.
Destacó que la respuesta del UNAIPE fue que no existe ninguna prohibición o argumento legal que impida a la Secretaría de Educación o a las escuelas particulares a cobrar por ese servicio.
—¿Y a dónde va a parar ese dinero? Porque las escuelas ni siquiera expiden un recibo por la venta de la credencial.
A ver si con el proceso de credencialización de la Dirección de Transporte del Estado de Yucatán (DTEY) se acaba ese negocio en el que no queda claro si todo es ganancia para las escuelas o le da un porcentaje a la SEP.
Recordó que la emisión de credenciales para transporte urbano siempre ha sido manejada por una mafia que incluso las vendía a personas que no eran estudiantes.
—Cuando Clemente Escalante Alcocer, ahora subsecretario de Prevención y Seguridad Pública, fue el líder de la Federación Estudiantil Yucateca (FEY), hace muchos años, él era uno de los que se encargaba de vender las credenciales a quien las fuera a pedir. Sólo había que llevar una foto y te entregaban la credencial sellada y lista para ser aceptada en los camiones, aún cuando no estuvieras inscrito a escuela alguna.
Indicó que en esos tiempos cuando fungieron como líderes estudiantiles Mauricio Sahuí Rivero, presidente estatal del PRI, quien fue presidente de la Sociedad de Alumnos de la Preparatoria 1 de la UADY; y Clemente Escalante consejero alumno también de la UADY, ninguno hizo nada por regularizar la situación y ahora su partido, el PRI, pretende hacerlo a través de la famosa credencialización. De lo que ellos hicieron... ¡ni quien se acuerde!
{xtypo_quote}Alfredo Dájer Abimerhi es un alcahuete{/xtypo_quote}
Por otra parte, se refirió a los comentarios del rector de la Universidad Autónoma de Yucatán de Alfredo Dájer Abimerhi hechos recientemente a una publicación local en la que el académico se mostró de acuerdo con el estudio socioeconómico para estudiantes propuesto por la DTEY para entregar credenciales de subsidio de transporte público.
Además, el funcionario dijo que "siempre es adecuado que en procesos que atañen a la sociedad se sepa quiénes son los que cuentan con el beneficio así como el número de beneficiarios".
—Alfredo Dájer es un alcahuete del gobierno porque, ¿cómo se explica que después de que la UADY emite una credencial escolar de primer mundo, que incluso puede ser utilizada en cajeros y para hacer pagos, no sea lo suficientemente buena para funcionar como credencial de descuento en los camiones? Entonces, ¿para qué tanta inversión y modernidad?
Señaló que por eso no es de extrañar que los alumnos de la Preparatoria 2 hayan realizado un plantón contra la credencialización hace unas semanas, pues no cuentan con el apoyo de su institución.
Finalmente, opinó que por todas las anomalías que hay en cuanto al proceso de credencialización Raúl Godoy Montañez debería ser relevado de su cargo. También debería destituirse a Henry Sosa Marrufo, director de la DTEY por sus mentiras y su incompetencia. L.I.