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Dos estrellas
Tony Scott —cruelmente apodado "El hermano tonto de Ridley Scott"— dirige Imparable, thriller de acción que viene a engrosar la extensa lista de películas sobre vehículos corriendo a toda velocidad. Los ejemplos abundan: Máxima velocidad 1 y 2, El tren de la muerte, Pánico en el Tokio Express, El tren del infierno, Sin control, Atomic train y un millar de subproductos más. La anécdota es siempre la misma: un par de héroes intentan impedir un desastre —explosión o derrame de químicos— deteniendo un transporte fuera de control —tren, camión, autobús, barco.
Frank Barnes (Denzel Washington), un veterano mecánico ferroviario, está próximo a jubilarse y tiene que entrenar a Will Colson (Chris Pine), un conductor novato. Por la irresponsabilidad de un empleado, un tren cargado de material explosivo corre a velocidad máxima. Los intentos por detenerlo fracasan, así que Frank y Will son la última esperanza.
"Inspirándose" en hechos reales, Scott nos presenta una historia que no pretende aportar nada al género. Imparable es predecible porque se ajusta totalmente a los clichés: una par de compañeros con una relación áspera pero que terminarán siendo amigos, un jefe necio que toma malas decisiones y se enfrenta a los protagonistas, el personaje femenino (Rosario Dawson) que intenta ayudar a los héroes desde afuera, y el típico autobús escolar como posible víctima del desastre.
A pesar de la escaza originalidad del argumento, la cinta es efectiva por sus decisiones formales. El estilo de dirección la da un énfasis especial al ritmo, para lograrlo Scott utiliza jumpcuts (cortes de edición donde la toma siguiente continúa con un mayor acercamiento sin cambiar de lugar la cámara, produciendo una sensación de salto brusco que acerca al espectador) y una edición de planos cortos y rápidos. El filme tiene un efecto de movimiento constante, tanto en las secuencias de acción como en las escenas más relajadas.
Todos los esfuerzos formales logran una cinta dinámica que, aunque satisface sus pequeñas expectativas, se ajusta penosamente a una fórmula de los años 90 (incluidas las letras-epílogo con el destino final de cada personaje). Imparable es una película del montón cuyo destino será llenar la programación dominguera del Canal 5.
Lo mejor: la actuación de Rosario Dawson y la dirección de Tony Scott con cortes rápidos, jumpcuts y tomas aéreas.
Lo peor: la historia es pan con lo mismo.