El licenciado Rubén Bolio Pastrana, fue uno de los grandes detractores del gobierno priista de Víctor Cervera Pacheco, tío de la actual gobernante. Lo acusaba de grandes tropelías que sin cortapisa de ninguna parte se cometían en su gestión, principalmente en lo referente a los recursos económicos de su gobierno, que según Bolio Pastrana fueron objeto de despilfarro, "como si se tratara de capital privado".

En una colaboración que el licenciado realizó en septiembre de 2001 y que fuera publicada por el Diario de Yucatán bajo el título: "Un ex gobernador de Yucatán, émulo de Luis XIV", comparó al legendario rey galo -que fue el precursor del apogeo de la monarquía en territorio francés en sus cincuenta y cuatro años de reinado- con la gestión autócrata del ex gobernador yucateco, que en dos períodos sumó diez años de gestión.

En ella indicó que el rey Luis XIV abusó del centralismo con que sometió a su nación y que, su excesivo culto a la persona real, hizo de este soberano la expresión clásica del absolutismo llegando al grado de merecer el título de Rey Sol. También era famoso por su célebre frase: "el estado soy yo". Además, emprendió una serie de guerras en el exterior que acabaron enemistándolo con casi todas las potencias europeas, agotando finalmente al país.

En aquella colaboración coloca a Cervera Pacheco como la reencarnación del prepotente autócrata francés -hablaba en nombre de los tres poderes constitucionales bajo el cariz de la supuesta defensa de la soberanía del estado. Como Ivonne, Cervera controlaba y mandaba en los poderes legislativo y judicial, amén de hacerlo en el ejecutivo.

Es por todo ello que nos sorprende la defensa que -con argumentos jalados de los pelos y pegados con chicle- el otrora prestigiado licenciado Bolio Pastrana hace de una gobernante que se ha sobrepasado exponencialmente en el mal uso de los dineros del pueblo y que se ha lastimado con su sectarismo y despilfarro a casi todos los sectores de la sociedad que antes le brindó un gran apoyo que la llevó a la gobernatura. Bolio apoya, jugándose el prestigio a una gobernante que ha superado, por mucho, las tropelías que imperaron en la época de su tío: éste quedó "chico" comparado con la sobrina. Bolio Pastrana, en su última colaboración publicada en el Diario, recurre a una argumentación superficial para tratar de justificar la supuesta legalidad del decreto 367 referente a la tenencia vehicular, y así complacer a la titular del gobierno del estado.

Con tristeza vemos cómo un hombre que a través de años de trabajo arduo, que se forjó como uno de los iconos contemporáneos de la legalidad en Yucatán, dé hoy un viraje monumental que lo ha llevado a ser blanco de críticas en diferentes sectores de la sociedad. ¿Se ha distinguido Ivonne Ortega por sobre su tío en el respeto a la ley? ¿Ha sido mas cuidadosa que el tío Víctor con respecto a la transparencia y el cuidado de los dineros públicos? ¿Ha respetado más que Cervera Pacheco la autonomía de los jueces o del Poder legislativo?
El viraje de Rubén Bolio exhibe traición a principios básicos, al grado de torcer su análisis jurídico en aras de complacer a una tiranuela en plena caída, en pleno despeño en el descrédito.
Lástima, toda una carrera desacreditada por un plato de lentejas. Además, lo triste es que se trata de alguien que no necesitaba ni por asomo comer de esas lentejas.