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La península de Yucatán ocupa el primer lugar nacional en producción de miel y por eso, se aprovechan estos meses de estiaje para capacitar y otorgar el reconocimiento de buenas prácticas a los productores apícolas del interior del estado.
Alberto Rosado Cáceres y Pedro Cabrera Quijano
Alberto Rosado Cáceres, consejero apícola en la Fundación Produce Yucatán, participó como capacitador de productores en el interior del estado. Reconoció la importancia de los cursos y expresó que es necesario complementar esta actividad con los instrumentos indispensables para lograr a cabalidad los objetivos de productividad y sanidad de las colmenas.
Se necesita equipo de protección, además de insumos para que los productores lleven a la práctica los conocimientos adquiridos en los cursos y puedan mejorar su producción, no solo en cantidad sino en calidad, además de mantener la inocuidad en sus colmenas, señaló.
La elaboración de láminas de cera estampada es uno de los cursos que se imparten en esta época de baja floración, este curso tiene como objetivo la transferencia de conocimiento y capacitación a los apicultores del interior del estado para que puedan maquilar la cera que obtienen de sus colmenas. De esta forma, consiguen ahorrarse el dinero que significa traer la cera a Mérida o a cualquier otro sitio para maquilarla, además se garantiza el estatus sanitario porque de otra forma, corren el riesgo de importar a través de la cera de otras colmenas, alguna enfermedad para las abejas, explicó Rosado Cáceres.
Las láminas de cera estampada son materia prima de las colmenas, con ellas se agiliza la producción de miel. Las abejas no se entretienen fabricando este receptáculo, solo se concentran en la producción del preciado néctar. Además de la capacitación para maquilar la cera, se imparten cursos para el control de la varroa, prácticas sanitarias y alimentación artificial para las abejas; ésta última demanda la calendarización de los apoyos para que coincida con el tiempo de baja floración en los meses de agosto, septiembre y octubre. En el caso de las regiones de montes espinosos donde no hay tajonal, la alimentación artificial necesita prolongarse los meses de noviembre, diciembre y en algunos casos hasta enero.
El representante apícola compartió también con Pedro Cabrera Quijano, presidente de la Fundación Produce Yucatán, la importancia de la investigación en la apicultura: el laboratorio central regional de Mérida, tiene el equipo y el personal calificado para realizar un diagnóstico que nos permitiría utilizar una sola muestra para ver el desarrollo de las enfermedades que atacan a las colmenas durante todo el año. Esta información nos sería de gran utilidad para apoyar de forma eficiente al productor con el diagnóstico y prevención de la varroa, además de ofrecer las recomendaciones para combatirla efectivamente con timol, un producto orgánico que se extrae del tomillo y que no contamina la miel ni afecta a las abejas, manifestó.
Pedro Cabrera señaló que la Fundación Produce Yucatán, está pendiente y en comunicación con los representantes de los distintos sectores productivos para sumar esfuerzos y lograr que poco a poco la transferencia de conocimiento y tecnología llegue para beneficio de los productores de Yucatán.
Somos testigos del impacto positivo que la multiplicación del conocimiento trae al campo yucateco. La experiencia con la transferencia de tecnología del programa de pastos para la sequía nos permitió llegar al 70 por ciento de los productores del sector ganadero en el estado. Con esto tenemos la certeza de estar mejor preparados para enfrentar la sequía de este año. Por esto estamos aquí para ponernos a sus órdenes en lo que refiere a la capacitación y transferencia de tecnología para los productores apícolas, concluyó.