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Ante el creciente enojo de los ciudadanos por la falta de acción de la autoridad municipal y estatal para combatir el dengue y evitar el aumento de casos por esta enfermedad —que incluso han llevado a la muerte a tres personas— el Ayuntamiento de Mérida asegura —a través de boletines a diversos medios de comunicación y en su página web— que ha efectuado un intenso operativo de descacharrización en Mérida, afirmación que para la mayoría de los meridanos no tiene ningún sentido.
Nadie recuerda haber visto en lo que va del año anuncios en periódicos o en la televisión, ni tampoco haber escuchado spots en la radio sobre las fechas en las que se visitarían las colonias por el programa de descacharrización. Tampoco hay folletos que indiquen a los vecinos sobre el operativo, como anteriormente se hacía. Ni qué decir de los "banderazos" de inicio que las administraciones municipales anteriores llevaban a cabo constantemente en diversas colonias para que los medios de comunicación constataran por sí mismos la respuesta de la gente al programa y la efectividad de la autoridad en la descacharrización. También se acabaron las campañas mediáticas, como "Rosco el Mosco", para recordar a la gente de deshacerse de cacharros y de limpiar sus patios; ahora solo hay boletines oficiales en los que señala el "éxito" de este intenso programa de descacharrización; desde lugo, el Ayuntamiento de Mérida no puede precisar cuando inició.
De acuerdo con información obtenida en la página web de la Comuna meridana, desde mediados de septiembre el Ayuntamiento inició trabajos de abatización, fumigación y limpieza de predios baldíos por algunas colonias como Vergeles, Pinos, Santa María Chuburná, Leandro Valle y el fraccionamiento Manzana 115, en el rumbo del Panteón Florido. Sin embargo, vecinos de Vergel dicen desconocer la supuestas acciones de descacharrización, pues nadie les ha notificado —ni siquiera por perifoneo— sobre la recoja de cacharros.
El Ayuntamiento de Mérida también presume de una intensa campaña de abatización y fumigación, que según muchos ciudadanos no ha llegado a sus predios.
Al respecto, vecinos de Vergel I dijeron que anteriormente el Ayuntamiento les informaba por medio de folletos que dejaban en sus hogares el día que pasarían por los cacharros; la gente los juntaba en el parque. Pero desde hace tiempo no reciben notificación alguna del programa.
De hecho, el último evento público en el que gobierno del Estado y Ayuntamiento de Mérida dieron un banderazo de inicio a la campaña de descacharrización, fue el 17 de julio de 2010, después de esa fecha, nada. Sólo boletines en los que el Ayuntamiento Mérida informa sobre continuas abatizaciones y fumigaciones en algunas colonias de la ciudad.
Un inspector de transporte municipal que también trabaja en la brigada de abatización del Ayuntamiento de Mérida, admitió que su labor se ha centrado en abatizar y fumigar solo en algunas partes de la ciudad y que, aunque recogen cacharros, no es un programa como tal.
Agregó que generalmente llegan a las colonias y si ven cacharros amontonados en las calles, se los llevan; pero que no hay fechas ni rutas establecidas para realizar la descacharrización.
Señaló que tampoco se le avisa a la gente para evitar que saquen más cacharros de los que se puede llevar el camión.
¿Se puede decir entonces que no es una campaña de descacharrización en forma?
—No lo es, recogemos los cacharros cuando los vemos.
La labor del Ayuntamiento de Mérida y del gobierno estatal en el combate del dengue no solo inició tardíamente —lo que ya ocasionó, según cifras dadas a conocer 1,074 casos de dengue, de los cuales 317 son hemorrágicos y tres defunciones— sino también el enojo ciudadano ante la negativa de las autoridades, tanto municipales como estatales, de admitir una mala y pobre estrategia contra el dengue.
Cabe mencionar, que la alcaldesa Angélica Araujo Lara informó el 3 de agosto de 2010 que solicitaría la aprobación al Cabildo para la adquisición -vía arrendamiento- de 35 a 40 vehículos para reforzar las labores de descacharrización debido a la creciente demanda ciudadana y a fin de hacerlo un programa permanente. Sin embargo, sus planes de una mejor atención al público nunca se llevaron al cabo. L.I.