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Cinco estrellas
Los japoneses han demostrado que la animación puede ir más allá del simple divertimento y entrar en territorios artísticos. "Paprika" del realizador Satoshi Kon consolida esta premisa. Un thriller que se desarrolla a través de sueños y juega con la fantasía de manera asombrosa.
Un equipo de científicos desarrolla un aparato capaz de introducirse en el inconscientey grabar los sueños. Este invento permite a los psiquiatras hacer valoraciones más exactas de la mente de sus pacientes. Uno de estos artefactos es robado y cae en manos perversas. Un misterioso villano comienza a introducirse en los sueños de las personas, destruyendo sus mentes y provocándoles accidentes físicos a través de alucinaciones.
La doctora Atsuko Chiba es la encargada de resolver este misterio y para ello utiliza a su alter ego llamada "Paprika". Una chica de cabello rojo y desinhibida, que representa todos los deseos reprimidos de Atsuko. A su causa se une el detective Konakawa.
El creador de esta cinta, Satoshi Kon, falleció en agosto de 2010 a causa de un cáncer. Aunque no gozó de la popularidad de Hayao Miyazaki, el ingenio desplegado en "Paprika" ha influido para la revaloración de sus películas. Muchos fans del anime le siguieron la pista desde la genial "Perfect blue", pero ha juicio personal "Paprika" fue su obra cumbre.
El triunfo argumental de "Paprika" es mezclar la realidad con la fantasía al punto en que los personajes no logran distinguir entre ambas. Conforme se acerca el clímax de la película los universos entre lo real y lo onírico parecen colapsarse y unirse.
La película tiene una trama compleja y se dirige a audiencias participativas que no pierdan atención de los detalles. La profundidad psicológica de sus personajes y la manera en que se van uniendo las subtramas es parte del sello característico de Satoshi Kon. Todos los personajes llevan una historia a cuestas y el espectador va encontrando la información necesaria a través de los sueños.
Si el cine comercial está poblado de productos simples y de fácil entendimiento, Kon significa todo lo contrario. Es un cine pensado a conciencia. La grandilocuencia de "Paprika" no sólo está en su trama, sus personajes y su complejidad. Las técnicas de animación son igual de brillantes que su guión.
Kon utiliza casi en su totalidad el dibujo tradicional pero introduce ligeros detalles generados por computadora. Lo asombroso es que la unidad visual es tan perfecta que resulta prácticamente imperceptible. Los efectos de perspectiva y la luminosidad de sus cuadros hacen de esta película un bálsamo para los ojos.
Se notan ciertas influencias de Kurosawa —especialmente la película "Sueños— y por supuesto del surrealismo y el thriller. Hay muchas influencias cinematográficas que recaen en la subtrama del detective Konakawa. Paprika también es una cinéfila que hace uso de gran imaginación para irse moviendo libremente por el mundo de los sueños, esa es su ventaja sobre Konakawa. El problema del detective es que guarda culpas del pasado, situaciones no resueltas que van transformando sus sueños en pesadillas.
La delgada línea entre el sueño y el horror es parte de la propuesta argumental de Kon. El guión sabe hacer uso de los elementos oníricos y los saltos escenográficos se van dando con verdadera maestría. La falta de coherencia al soñar, la lógica asociativa, los miedos, los deseos reprimidos y el psicoanálisis conforman la apabullante estructura de "Paprika".
La banda sonora a cargo de Susumu Hirasawa resuelta con sintetizador, consigue la atmósfera correcta para esta historia que se debate entre la fantasía multicolor y el suspenso más oscuro.
Tras la muerte de Satoshi Kon, "Paprika" ha sido clasificada como una de las mejores cintas animadas de todos los tiempos. Estoy de acuerdo con ello. Será grato poder verla proyectada en pantalla grande y apreciar toda su magnificencia durante el AniFest 2011 que ofrecerá la cadena Cinemex y que llegará a la ciudad de Mérida el 22 y 23 de octubre en la Gran Plaza.