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La respuesta es un rotundo sí; se ha demostrado concluyentemente a través de extensos estudios en todo el mundo por consejos de salud independientes y asesores internacionales altamente respetados que una dieta vegetariana es mucho más sana que uno que incluye carne y demás productos animales. Esto es cierto para todas las edades, para niños y adultos, e incluso para mujeres embarazadas y lactantes.
Los estudios han encontrado una relación estadística sifgnificativa entre menor consumo de carne y mayores beneficios para la salud. Las posibilidades de desarrollar enfermedades crónicas como hipertensión arterial, diabetes, enfermedad coronaria, obesidad, insuficiencia renal, osteoporosis y cáncer se redujo notablemente entre los vegetarianos y los veganos hasta en un cuarenta por ciento. Junto con esta noticia favorable, las posibilidades de longevidad pueden aumentar hasta veinte por ciento. Debido a estos beneficios, las compañías de seguros generalmente ofrecen tarifas de descuento para vegetarianos y veganos.
Durante décadas, una idea falsa común era que una dieta vegetariana carecía de proteínas. La industria cárnica comenzó una serie de anuncios publicitarios con lemas como "la carne es verdadera comida", lo que implica que a una dieta vegetariana le falta algo. A medida que más información salió a la luz acerca de las ventajas de ser vegetariano, el concepto erróneo público cambió. Luego se convirtió en: los vegetarianos pueden obtener suficientes proteínas, pero no es fácil, lo que es igualmente falso. No sólo es fácil comer una dieta vegetariana equilibrada, sino que la idea de que se requiere un esfuerzo especial para cocinar como vegetariano o vegano es muy exagerada.
La preocupación de que la ingesta se limite a unos pocos alimentos, como es el caso en muchos países del tercer mundo donde el arroz, por ejemplo, es el alimento básico, es falso para los países industrializados, donde la gente come tal variedad de alimentos todos los días, que comer demasiada proteína es más probable que comer poca, incluso para vegetarianos y veganos.
La Asociación Médica Británica (BMA) fue la primero en arrojar luz sobre los muchos beneficios de una dieta vegetariana, en un informe de 1986. Sobre la base de un gran volumen de investigación, se llegó a la conclusión de que no sólo los vegetarianos tienden a tener un colesterol más bajo, sino que también reduce significativamente los casos de cardiopatía coronaria, obesidad, presión arterial alta, ciertos tipos de cáncer, cálculos biliares y trastornos del intestino grueso.
A partir de 1983, el estudio de China investigó a 6500 participantes durante el transcurso de varios años, documentando sus hábitos alimentarios, estilos de vida y salud. Este amplio estudio fue un esfuerzo combinado de los chinos, Reino Unido y Estados Unidos. Los primeros resultados se hicieron públicos en 1989, y fueron inequívocos. Mientras menos carne se consuma, menor será el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas comunes, como se ha señalado anteriormente. El estudio también desacreditó el mito occidental de la carne como fuente necesaria de hierro. En la dieta mayormente vegetariana de los chinos, se ingiere el doble de hierro que lo que consume el ciudadano medio de EE.UU..
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ofreció sus propios hallazgos sobre las dietas vegetarianas y veganas en un informe de 1991. La OMS no sólo confirmó los resultados de la BMA y el estudio de China, sino que también encontró que las dietas ricas en carnes y lácteos favorecen otras enfermedades, como la osteoporosis o baja densidad ósea y la insuficiencia renal. La OMS fue tan lejos como para predecir la crisis mundial de cáncer que se enfrenta ahora, debida a las tendencias dietéticas de las naciones occidentales. El informe criticó abiertamente a los gobiernos que en sus Guías Alimentarias públicas promueven la carne y los productos lácteos como alimentos necesarios, y en cambio insta a fomentar políticas alimentarias vegetarianas; asimismo, echa a un lado los productos de origen animal como opcionales.
Otra organización que difunde las dietas vegetarianas y veganas es el Comité de Médicos por una Medicina Responsable (PCRM). Este grupo está formado por unos 5000 médicos estadounidenses, entre ellos el editor de The American Journal of Cardiology, William Roberts. Criticado por algunos como sesgado por su ética humanas, el PCRM revisó más de 100 estudios publicados en todo el mundo. Confirmó que menores tasas de enfermedades están directamente relacionadas con las dietas vegetarianas y veganas. En su informe de 1995, el PCRM instó al gobierno de EE.UU. a actualizar las políticas alimentarias para reflejar estos hallazgos. En 1996, las políticas gubernamentales, por primera vez, afirmaron que una dieta vegetariana es saludable, reúne los requisitos nutrimentales diarios y no carece de proteínas.
Casi al mismo tiempo que los estudios anteriores, el estudio de Oxford estaba en marcha. La recolección de datos durante un período que se extendió más de 13 años e involucró a más de 11,000 personas, no sólo confirmó tasas más bajas de enfermedades del corazón, diabetes, cáncer y otras entre los vegetarianos; también encontró una disminución del 20% en las tasas de mortalidad prematura. En pocas palabras, si usted come una dieta vegetariana o vegana, tiene un 20% de probabilidad de ser más longevo que si come carne, según el estudio.
Los resultados positivos de las dietas vegetarianas y veganas también consiguieron eco en la Asociación Dietética Americana (ADA), una de las organizaciones de asesoramiento más respetadas en todo el mundo.
Las críticas se han dirigido en algunos casos a qué cantidad de datos se interpretó, o la política de quienes apoyan el veganismo. Sin embargo, hasta que tales críticas estén respaldadas por investigación tan sólida y revisada como la de la ADA, BMA y la OMS, no se puede tomar en serio a los detractores. Durante más de dos décadas, el cuerpo de la evidencia médica mundial ha apoyado las dietas vegetarianas y veganas cada vez en aumento, de forma abrumadora y, hasta la fecha, indiscutible.
Con el apoyo de las organizaciones de salud más respetadas en el mundo, el ciudadano medio, sin prejuicios a favor o en contra, puede entender que una dieta sin carne no sólo es saludable, sino que sus beneficios son estadísticamente significativos y profundamente beneficioso. Si está Usted interesado en la transición a una dieta vegetariana o vegana, investigue cuál es la manera más fácil de cambiar a una dieta vegetariana. (wiseGEEK)