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ISLAMABAD, 11 de enero.- Varias bombas estallaron en diferentes zonas de Pakistán y mataron a 115 personas, 81 de ellas en una bulliciosa sala de billar en la ciudad de Quetta, en la que cual hubo una segunda explosión minutos después.
Las explosiones marcaron uno de los días más mortíferos de años recientes en Pakistán, un país que enfrenta la violencia desenfrenada de islamistas radicales, separatistas militantes y pandillas criminales.
El ataque perpetrado en Quetta, la capital de la provincia de Baluchistán, se registró en un área dominada por musulmanes chiíes y muchos de los muertos pertenecían a esa secta minoritaria, de acuerdo con el policía Mohamed Murtaza.
Al menos diez personas murieron y más de 35 resultaron heridas cuando una bomba estalló la tarde del jueves en la ciudad de Quetta. Entre los fallecidos se encuentran un miembro de los paramilitares y un niño, y entre los heridos, varias tropas paramilitares y cinco niños. (Zuma Press)
"El ataque mató a 81 personas e hirió a más de 120", dijo un segundo policía, Zubair Mehmood. Muchas personas que se congregaron en el lugar del primer atentado se convirtieron en víctimas de la segunda explosión, que sucedió aproximadamente 5 minutos después.
Murtaza dijo que muchas personas murieron y resultaron heridas cuando la segunda bomba causó que el inmueble se derrumbara. Agregó que el primer estallido fue generado por un agresor suicida y el segundo por un coche bomba.
El jueves por la mañana, un ataque contra soldados paramilitares en una zona comercial de Quetta había dejado 12 muertos y más de 40 heridos, informó el policía Hamid Shakeel.