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Viernes 25 de enero.- "Espero que esta expedición haga justicia a la memoria de Ernest Shackleton y también nos recuerde a todos nosotros lo increíblemente hermosa y frágil que es esta parte del mundo", aseguró el jefe de la expedición y ambientalista australiano, Tim Jarvis.
Jarvis enfatizó, en declaraciones a la prensa local, que existen "muchos peligros inherentes" en este intento de emular el histórico viaje realizado por Shackleton (1874-1922), quien en su momento "superó obviamente todos los obstáculos".
La expedición británico-australiana comenzó el viaje en una pequeña barca que zarpó de la isla Elefante, en el archipiélago antártico de las Shetland del Sur, e intentará navegar unas 800 millas náuticas (1481 kilómetros) hasta alcanzar la isla Georgia del Sur o San Pedro, en el Atlántico Sur.
La expedición británico-australiana comenzó el viaje en una pequeña barca que zarpó de la isla Elefante, en el archipiélago antártico de las Shetland del Sur. (Getty Images)
Esta travesía marítima fue la que realizó Shackleton después de que su barco, el "Endurance", quedase atrapado en el hielo en el Mar de Wedell, lo que obligó a él y a sus 27 hombres a acampar en diversos bloques de hielo polar hasta que, transcurridos cinco meses, llegaron a bordo de los botes de salvamento a la inhóspita isla Elefante.
Desde ese remoto lugar, Shackleton, quien realizaba un viaje transantártico cuando su barco quedó bloqueado en el hielo, decidió partir el 24 de abril de 1916 con pocas provisiones y cinco hombres hacia las estaciones balleneras de Georgia del Sur a bordo del bote de 6.9 metros "James Caird".
Esta travesía, de 17 días por mar y otros 3 más por tierra con una climatología extrema, está considerada por los historiadores de la navegación como una de las de mayor riesgo.
Así el explorador anglo-irlandés pudo pedir ayuda en una estación ballenera, tras recorrer a pie una ruta nunca antes transitada, y logró enviar un mensaje a Chile, desde donde salió el navío "Yelcho", al mando de Luis Pardo Villalón.
El 30 de agosto de 1916 el buque chileno rescató a los 22 miembros de la tripulación del "Endurance" que sobrevivieron en la isla Elefante a las privaciones y las inclemencias del tiempo.
Esa hazaña le permitió salvar la vida de los 27 hombres que acompañaron a Shackleton en la fallida expedición a la Antártida que inició en 1914 y que perseguía navegar a lo largo de más de 3200 kilómetros desde el Mar de Weddell hasta McMurdo.
Para emular la hazaña de Shackleton, la expedición de Jarvis se desplazará en una réplica del "James Caird", que ha sido bautizado como "Alexandra Shackleton" en honor de la nieta del explorador anglo-irlandés.
En el último tramo del viaje, el equipo capitaneado por Jarvis, de 46 años, llevará consigo el mismo tipo de equipo e igual cantidad de víveres que tenía Shackleton durante su larga caminata por el gélido y montañoso terreno de la isla Georgia del Sur o San Pedro.
En nombre de su país, la primera ministra australiana, Julia Gillard, deseó a la expedición "toda la suerte" para salir airosos en este difícil reto.
Las hazañas de Shackleton fueron ensombrecidas por las realizadas por los exploradores Robert Scott y Roald Amundsen, quienes sí lograron colocar sus banderas en el continente helado.
Entre 1907 y 1909, Shackleton intentó en varias ocasiones y sin éxito ser el primero en llegar al Polo Sur, una de ellas debido a que agotó las provisiones cuando se hallaba a 160 kilómetros del objetivo.
Pero la fama del aventurero irlandés ha crecido en los últimos años de forma simultánea a la difusión de su legado, hasta convertirse en una leyenda y en un ejemplo de liderazgo.