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BERLÍN, 28 de febrero.- Una casa alemana de subastas sacará el próximo sábado un óleo del posimpresionista Karl Walther, adquirido en 1939 por Adolf Hitler para adornar la Cancillería del Reich.
Según informó el diario alemán Süddeutsche Zeitung y publicó EFE, el cuadro, con el número de lote 4629, muestra la Catedral de Naumburgo en un día soleado de otoño y presenta en su reverso una etiqueta de "Gran exposición de arte alemán", alusiva a las ocho grandes muestras de la Alemania nazi.
Esta obra, que el diario califica de "mediocre" y que la casa Wendl saca a subasta por un precio de salida de 650 euros, fue comprada por Hitler en 1939 por la cantidad de 3,500 marcos del Reich, el equivalente a un salario medio anual de la época.
Adolfo Hitler en la Cancillería del Reich.
Walther (1905-1981) llegó a exponer y a poner a la venta entre 1937 y 1944 un total de 28 de sus cuadros en las diversas ediciones de la "Gran exposición de arte alemán". En 1945, los estadounidenses escondieron la obra junto a otras joyas artísticas en manos de los nazis en la mina de sal de Bad Aussee (Austria).
Posteriormente la trasladaron al Central Collection Point (CCP) de Múnich (Baviera), lugar en el que se inventariaban los bienes artísticos confiscados por los nazis para restituirlos a sus propietarios originales o a sus herederos, donde fue catalogada con el número 11739.
Las obras adquiridas ilegalmente por los nazis entre 1933 y 1945, así como los varios miles de casos sin esclarecer de bienes confiscados, pasaron en 1952, cuando el comité alemán de restitución concluyó sus labores, a estar bajo custodia del Ministerio de Asuntos Exteriores.
La Catedral de Naumburgo, de Karl Walther.
La "Catedral de Naumburgo" adornó durante años diversos despachos y embajadas hasta que en 2001 el Ministerio de Asuntos Exteriores decidió que ya lucía anticuado y que se trataba de una obra "prescindible", por lo que decidió venderla a un módico precio, pues "se podía descartar cualquier pretensión de restitución".
Según Stephan Klingen, del Instituto Central de Historia del Arte en Múnich, el Estado debería considerar una obligación confiscar y entregar el legado nazi al Museo Alemán de Historia (DHM), en vez de permitir su venta y contribuir a que se convierta en objeto de devoción de la ultraderecha neonazi. (telam.com.ar)