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CIUDAD DE MEXICO, DISTRITO FEDERAL, a Jueves 23 de Mayo de 2013.- (Agencias).- Amnistía Internacional pidió al presidente Enrique Peña Nieto cumplir sus compromisos para acabar con la tortura y todo tipo de violaciones a los derechos humanos, prácticas que quedaron impunes en el sexenio pasado y siguen cometiéndose pese a las promesas del nuevo gobierno federal.
Daniel Zapico, representante en México de dicha organización, dijo que ya es hora de pasar de las palabras a los hechos, para diferenciar a su gobierno con el de Felipe Calderón.
"El gobierno de Enrique Peña Nieto tiene un reto fundamental y es romper con la tradición de promesas vacías que se ha instalado en la política mexicana. México no necesita más palabras bonitas, sino acciones concretas para modificar una situación de suma gravedad, México necesita que se ponga fin a los abusos que realmente haya justicia".
Las violaciones a los derechos humanos en México permanecen sin cambios significativos del sexenio de Felipe Calderón al de Enrique Peña Nieto, denunció AI.
Dijo que el nuevo gobierno federal debe garantizar que no se repetirán los hechos del pasado y mostrar que los cambios no son cosméticos.
"¿Qué se va hacer para evitar que se repita la misma historia? Con independencia de la creación de la Gendarmería ¿Qué se va hacer para reforzar la rendición de cuentas y poner fin a las violaciones a derechos humanos cometidas por la policía federal y el ejército"
Es más, Daniel Zapico, solicitó al gobierno federal poner fecha para devolver al Ejercito a sus cuarteles.
"Se debe poner fecha a la salida del ejército de las calles, se debe reforzar la investigación, en México las investigaciones brillan por su ausencia y eso perpetúa la impunidad".
Al presentar públicamente el Informe Anual 2013 de Amnistía Internacional, que presenta un grave deterioro de los derechos humanos en México durante el sexenio de Felipe Calderón, Daniel Zapico se dijo sorprendido que el gobierno de España otorgue un reconocimiento al ex mandatario mexicano.
Aunque el actual gobierno tiene un nuevo discurso público sobre la violencia que vive el país, la transición en materia de derechos humanos ha sido mas lenta de lo esperado y siguen sin ocurrir cambios significativos, por lo que un gesto real de que existe una voluntad política de cambiar la situación sería poner ya una fecha para la salida del Ejercito de tareas de seguridad pública, señaló Daniel Zapico, director de Amnistía Internacional (AI) México.
Durante la presentación del informe anual 2013 sobre la situación de los derechos humanos en el mundo, el activista señaló que durante el último año del sexenio de Felipe Calderón continuaron ocurriendo múltiples violaciones de derechos humanos en el país, como desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, tortura y detenciones arbitrarias, como parte de un “patrón generalizado de violencia”, cuyos responsables casi nunca fueron investigados ni sancionados.
“La política de seguridad no ha sido útil ni para los derechos humanos ni para la seguridad. Por eso México debe poner fecha ya a la salida del Ejército de las calles. Tenemos que saber cuándo y cómo se va a proceder a esa salida, porque el Ejército es una institución preparada contra una agresión militar, no para realizar tareas de seguridad ciudadana”, enfatizó Zapico.
A propósito de lo anterior, el especialista indicó que en el reciente operativo militar ordenado en Michoacán tiene similitudes con la “guerra” de Calderón contra el crimen organizado, por lo cual es difícil esperar resultados diferentes con una estrategia similar a la que ya se ha aplicado.
“Es difícil esperar resultados diferentes haciendo lo mismo. Se ha enviado al Ejército (a Michoacán), pero no sabemos si hay otros elementos para que el resultado sea distinto. Puede ser que la presencia de las fuerzas armadas reduzca la criminalidad por un momento, pero sabemos que no es sostenible. Si hay diferencias, tenemos que ver la información al respecto al respecto, pero no la tenemos”, subrayó.
Tras la llegada de un nuevo gobierno a México, la transición hacia una mejora en materia de derechos humanos aún es lenta, pues persisten el secuestro, la impunidad, las desapariciones y otras violaciones sistemáticas, afirmó hoy Amnistía Internacional (AI).
"Es cierto que el gobierno de Enrique Peña Nieto ha reconocido este problema, pero no bastan las palabras. Seguimos registrando la existencia de detenciones arbitrarias, tortura, secuestro, uso excesivo de la fuerza e incluso ejecuciones extrajudiciales", dijo el director ejecutivo de AI en México, Daniel Zapico.
Tras la llegada de un nuevo gobierno a México, la transición hacia una mejora en materia de derechos humanos aún es lenta, pues persisten el secuestro, la impunidad, las desapariciones, las detenciones arbitrarias y otras violaciones sistemáticas, denunció Amnistía Internacional.
Zapico comentó hoy en Ciudad de México las observaciones referidas a México del informe anual sobre el estado de los derechos humanos en el mundo hecho público el miércoles por AI.
"En todos los casos se acumulan las denuncias sin que haya, ni en el anterior gobierno ni el actual, investigaciones efectivas que permitan poner fin al caso", añadió durante una presentación en el Centro Nacional de las Artes de la capital mexicana.
Según el documento, pese a algunos avances, en el territorio mexicano continúan los abusos y asesinatos contra migrantes ilegales, periodistas, comunidades rurales, mujeres y niñas, y defensores de los derechos humanos.
Uno de estos avances se dio en febrero de 2013 con la publicación oficial de información sobre más de 26 mil personas desaparecidas entre diciembre de 2006 y diciembre de 2012 en todo el país.
Para Zapico, pese a algunas "debilidades de los datos", este hecho "reviste una vital importancia pues confirma que en México se vive un patrón sistemático de desapariciones".
La organización dio cuenta de detenciones arbitrarias y se refirió en particular a las realizadas el 1 de diciembre de 2012, día de la toma de posesión del nuevo gobierno.
Ese día representantes de la sociedad civil y del movimiento Yosoy132, opositor del partido vencedor, fueron detenidos después de enfrentamientos, y muchos de los arrestados era transeúntes que pasaban por ahí al momento de la protesta.
La organización internacional lamentó que aún no se conozcan las medidas que el nuevo gobierno mexicano implementará, "lejos de palabras bonitas" para paliar la situación.
En la voz de los representantes de AI, ni el gobierno anterior ni el presente han actuado para esclarecer los abusos registrados en el país. Además los perpetradores, desde "crimen organizado, miembros de las fuerzas de seguridad y hasta funcionarios", continúan impunes.
El Informe 2013 también da cuenta de seis asesinatos de periodistas, juicios viciados y sentencias injustas contra indígenas, nuevos feminicidios y la condena de solo ocho militares, de un total de mil 921 denuncias registradas en años anteriores contra efectivos de seguridad.
AI dijo que aunque el presidente Peña Nieto ha reconocido algunos de los problemas, "las palabras no bastan".
"Sabemos que el cambio de gobierno (en México) no significa un cambio de país y que se necesita tiempo para implementar estos cambios, pero resulta preocupante la falta de avances sustantivos", dijo Zapico.
"México requiere un cambio radical en la política de seguridad pública para resolver los abusos y llevar a los responsables ante la justicia, proporcionar seguridad y justicia a todo el país", exhortó a las autoridades mexicanas.
Las violaciones a los derechos humanos en México permanecen sin cambios significativos del sexenio de Felipe Calderón al de Enrique Peña Nieto, denunció hoy Daniel Zapico, representante de Amnistía Internacional en México.
Durante la presentación del informe anual de la organización en su capítulo México, Zapico dijo que la nueva administración federal tiene la oportunidad de cumplir sus compromisos de poner fin a estas violaciones, pero que para hacer creíbles estos compromisos las autoridades deberán tomar cuanto antes acciones efectivas que demuestren que su estrategia de derechos humanos consiste no solo en palabras sino en acciones.
Dijo que aunque el presidente Peña Nieto ha reconocido algunos de estos problemas, "las palabras no bastan".