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CIUDAD DE MEXICO, DISTRITO FEDERAL, a Viernes 24 de Mayo de 2013.-(Agencias).- El universo, esencial y afortunadamente incognoscible, nos revela de cuando en cuando algunas de las maravillas que todavía se nos escapan, perlas de misterio que nos sorprenden y quizá también nos perturban, desmesuradas como son sus cualidades, sus dimensiones y prácticamente todo cuanto nos es permitido entender sobre su naturaleza.
En esta ocasión compartimos un par de imágenes obtenidas por el telescopio espacial Hubble de la Nebulosa del Anillo, una enorme nube de gas en torno a una estrella moribunda que se encuentra al norte de la constelación de la Lira, aproximadamente a 2,283 años luz de la tierra.
La forma peculiar de la nebulosa también la hace comparable a un ojo, inquietante circunferencia que parece atisbar incansablemente la vastedad del cosmos, insomne, solitario.
Las tomas del Hubble han permitido a astrónomos de la NASA construir este modelo tridimensional de la nebulosa.
Se registró por primera vez en el siglo XVIII. Como es común en los objetos astronómicos, la distancia exacta no se conoce, pero se cree que se encuentra a poco más de 2.000 años luz de la Tierra.
Espectacular imagen de la nebulosa del anillo El telescopio espacial Hubble ha conseguido la imagen más detallada jamás captada de la famosa Nebulosa del Anillo, también conocida como Messier 57. Esta imagen revela la estructura intrincada de la nebulosa, solo insinuada en las observaciones anteriores, y ha permitido a los científicos construir un modelo en 3D que muestra la verdadera forma de este llamativo objeto.
Formada por una estrella que pierde sus capas exteriores, ya que se queda sin combustible, la Nebulosa del Anillo está relativamente cerca de la Tierra y es bastante brillante, por lo que es fácil de ver y se registró por primera vez en el siglo XVIII. Como es común en los objetos astronómicos, la distancia exacta no se conoce, pero se cree que se encuentra a poco más de 2.000 años luz de la Tierra.
Desde la perspectiva de la Tierra, la nebulosa se ve más o menos elíptica. Sin embargo, los astrónomos han combinado los datos terrestres con las nuevas observaciones realizadas con el Hubble, de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), para observar la nebulosa de nuevo, en busca de pistas sobre su estructura, evolución, condiciones físicas y movimiento.
El legendario telescopio espacial Hubble nos ofrece una nueva imagen de la Nebulosa del Anillo, el ojo insomne del universo que nos atisba incansablemente desde su soledad.
Una rara rosquilla Resulta que la nebulosa tiene la forma de una rosquilla distorsionada. En la imagen, miramos casi directamente a uno de los polos de esta estructura, con un cañón de material de colores brillantes que se extiende lejos de nosotros.
Aunque el centro de la rosquilla puede parecer vacío, en realidad está lleno de material de baja densidad que se extiende tanto hacia nosotros como hacia el lado opuesto, creando una forma similar a una pelota de rugby.
La parte más brillante de la nebulosa es lo que vemos como el colorido anillo principal. Este se compone de gas expulsado por la estrella moribunda en el centro de la nebulosa. Esta estrella está en camino de convertirse en una enana blanca, un cuerpo muy pequeño, denso y caliente que es la etapa evolutiva final para una estrella como nuestro Sol.
Una rara rosquilla. Resulta que la nebulosa tiene la forma de una rosquilla distorsionada. En la imagen, miramos casi directamente a uno de los polos de esta estructura, con un cañón de material de colores brillantes que se extiende lejos de nosotros.
La Nebulosa del Anillo es uno de los objetos más notables en nuestros cielos. Fue descubierto en 1779 por el astrónomo Antoine Darquier de Pellepoix, y observado más tarde ese mismo mes por Charles Messier. Ambos astrónomos toparon con la nebulosa cuando trataban de seguir la trayectoria de un cometa a través de la constelación de Lyra.