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CIUDAD DE MEXICO, DISTRITO FEDERAL, a Viernes 24 de Mayo del 2013.- América Latina registra un preocupante aumento de los índices de obesidad, incluso en zonas rurales que pasaron de una alimentación más equilibrada y sana, a costumbres urbanas, y por eso ahora se ven casos de desnutrición y sobrenutrición.
Las alarmas están encendidas por lo que conlleva el aumento exagerado de peso, y su impacto en la economía de los países.
“Esto es grave, es un crecimiento que se ha desbordado en poco tiempo, en los últimos 10 ó 20 años”, precisa Simón Barquera, director de alimentos del Instituto Nacional de Salud Pública de México, conferencista invitado al I Foro internacional de obesidad y hábitos de vida saludable’, en Bogotá, quien hace un llamado a los gobiernos, a la industria de alimentos y a la propia ciudadanía, para que adopten medidas inmediatas.
Las alarmas están encendidas por lo que conlleva el aumento exagerado de peso, y su impacto en la economía de los países.
Según Barquera, Colombia, Argentina, México, Chile y Brasil gastan “una cantidad importante de recursos en atender y tratar los daños que provoca la obesidad.
Solo en México son unos 800 millones de dólares al año en el manejo de enfermedades asociadas”.
Para los expertos reunidos en el foro organizado por la Comisión VII del Senado y la Fundación Colombiana de Obesidad (Funcobes), algunas estrategias deben encaminarse a la concientización sobre hábitos de vida saludable.
En general, sugieren:
Promover y proteger la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad, y luego favorecer una alimentación complementaria adecuada.
Promover una dieta balanceada, con mayor consumo de frutas y verduras, legumbres, granos enteros, y fibra.
Aumentar la disponibilidad, la accesibilidad y el consumo de agua simple potable.
Realizar actividad física regular en los entornos escolar, laboral, comunitario y recreativo. Iván Darío Escobar, médico endocrinólogo, presidente de Funcobes, recomienda practicar mínimo 150 minutos semanales de actividad física de intensidad moderada en los adultos y 300 minutos en los menores de 18 años.
Tener una mayor regulación a la publicidad sobre comidas que están dirigidas a los niños.
Brindar más opciones nutricionales en escenarios como los colegios.
Educar a los padres sobre el valor de los alimentos y evitar los excesos. Barquera habla del “fomento al alfabetismo en nutrición y salud”.
Evitar el consumo de alcohol.
No fumar.
Mantener una actitud positiva y metas de desarrollo personal que motiven a seguir comportamientos y actitudes sanos.
La obesidad es el principio de un tortuoso camino en el que se cruzan enfermedades “crónicas como diabetes, problemas renales y cardiovasculares”, dice Alicia Cleves, nutricionista dietista de Cinumed.
También se relaciona con “varios tipos de cáncer, siendo los más comunes los de mama, colon e incluso próstata”, precisa Barquera.
Hay mayor riesgo de osteoporosis, molestias en las articulaciones, y se afecta hasta el estado de ánimo, originando depresión y ansiedad. (Portafolio.co)