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LOS ANGELES, California, Estados Unidos, 18 de julio.- Marte pudo haber tenido una atmósfera mucho más gruesa que la de la Tierra en el pasado, pero los gases se disiparon en los últimos 4,000 millones de años y nunca más volvió a reponerse. Esto es lo que revela un reciente estudio en base a información enviada por el rover Curiosity, que ha estado analizando el Planeta Rojo desde agosto pasado en busca de posible vida microbial.
El rover Curiosity ha estado analizando el Planeta Rojo desde agosto pasado en busca de posible vida microbial.
"Gran parte de la atmósfera de Marte puede haberse perdido bastante rápido. Eso no es demasiado sorprendente porque entre 3,500 millones y 4,000 millones de años atrás, tenías todo esto volando alrededor del sistema solar y los planetas estaban siendo bombardeados con muchos impactores que formaron todos estos cráteres en la Luna y Marte, así que ese periodo muy activo pudo haber causado que mucha de la atmósfera se fuera", señaló Paul Mahaffy, científico del Goddard Space Flight Center de la NASA y autor de uno de los dos nuevos estudios sobre la atmósfera de Marte que fueron publicados hoy en la revista Science a Space.
Los estudios actualizan la información que se tenía de la década de 1970 gracias a las sondas Viking. Curiosity entregó una serie de datos sobre los gases presentes en la atmósfera que permitieron a los científicos estimar el ambiente de Marte en el pasado y el presente. Los instrumentos del robot fueron capaces de medir la composición química y la abundancia de isótopos en varios elementos de la atmósfera. Son estos últimos los que permiten estimar cómo era el aire marciano en el pasado.
Los gases abandonaron el planeta entre 3,500 millones y 4,000 millones de años atrás.
Para poner esos datos en contexto, también se usaron datos de meteoritos marcianos que han llegado a la Tierra. Estas rocas, que han llegado a nuestro planeta por miles de millones de años, han capturado parte de los elementos que había en el aire de la atmósfera marciana cuando salieron de allí.
El explorador Curiosity analizó el aire de Marte y confirmó que está compuesto mayormente de dióxido de carbono con rastros de otros gases.
Las mediciones realizadas por la nave espacial más avanzada que se haya posado en el Planeta Rojo analizaron con atención lo que las sondas mellizas Viking detectaron a fines de la década de 1970 y lo que científicos han recabado de meteoritos marcianos, fragmentos de roca que cayeron a la Tierra.
La atmósfera de Marte está compuesta predominantemente por dióxido de carbono, a diferencia del aire de la Tierra que es una mezcla de nitrógeno y oxígeno.
El explorador Curiosity analizó el aire de Marte y confirmó que está compuesto mayormente de dióxido de carbono con rastros de otros gases.
Hubo empero una pequeña sorpresa: Viking encontró que el nitrógeno era el segundo gas más abundante en el aire marciano, pero las mediciones de Curiosity revelaron una presencia casi igual de nitrógeno y argón, un gas noble estable que en general no reacciona químicamente.
Científicos de la misión están desconcertados, pero sospechan que podría tener que ver con la diferencia en las herramientas utilizadas para tomar muestras de la atmósfera.
"Es más o menos una observación interesante, pero no cambia la noción de que Marte perdió en el espacio la mayor parte de su atmósfera original, transformando el planeta en un desierto frío", dijo Paul Mahaffy, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, el cual está encargado los experimentos de muestra del aire que realiza Curiosity.
El explorador de seis ruedas impulsado por energía nuclear tocó suelo sobre un antiguo cráter cerca del ecuador marciano hace casi un año. Las mediciones atmosféricas fueron detalladas en dos estudios que aparecieron en la edición del viernes de la revista Science. (Agencias)