La gobernadora ya perdió la razón. Valdría la pena pedir al Colegio de Psiquiatras del Estado de Yucatán hacerle una evaluación a esta servidora pública. Montar una escena con un bebé tirado al final de la escalera de Palacio de Gobierno para que ella lo levante es síntoma de locura. Es poco probable que una madre responsable deje a su hijo en esa situación y menos que espere que la señora Ortega Pacheco descienda toda la escalera y levante al bebé ante las cámaras y los fotógrafos listos previamente para captar la escena.

El descrédito de su gobierno es tan grande, como informar que no hay dinero para terminar los hospitales de Tekax, Valladolid y Mérida, para los programas del campo, los sueldos de los maestros, retirarse del programa "Un kilo de ayuda", que ya necesita estos actos para inspirar sentimientos positivos en los yucatecos.

Eso sí, megajaranas, Juan Gabriel, 20 millones de dólares para filmar y pasar en horario triple A en Televisa promocionales del Bicentenario, viajes a eventos partidistas y más dispendios a costa del dinero de los mexicanos...

Sus grandes mentiras: 74 municipios dañados por "Wilma", incluido Mérida donde ni siquiera llovió; la última, negar el retiro del apoyo de Yucatán a "Un kilo de ayuda", lo que motivó un viaje del director nacional de ese programa al estado para reparar la mentira. Todo esto y más avalan mi petición de un diagnóstico de la salud mental de la gobernadora.

La pérdida de la razón en un gobernante es grave, sus decisiones basadas en irrealidades afectan a miles de ciudadanos, por eso es de mayor transcendencia el tratamiento adecuado al enfermo. pepaju75@hotmail.com